━ 𝗦𝗘𝗥𝗘𝗡𝗗𝗜𝗣𝗜𝗧𝗬 ɢ.ʀ.

𝘄𝗵𝗮𝘁 𝘄𝗲 𝗯𝗲𝗰𝗼𝗺𝗲

 
    
  
   

   

        El día era más fresco que de costumbre. Incluso el brillante sol que caracterizaba a Georgia había sido reemplazado por un gris y nublado cielo.

Las cosas también cambiaron en el campamento. Todos estaban decaídos y asustados. Todo seguía lleno de cuerpos que algunos se habían ofrecido a limpiar. Pero en ese momento Hana solo podía observar como Andrea sostenía el cuerpo sin vida de su hermana. No entendía el dolor que sentía en esos momentos, pero no podía evitar pensar en qué haría si estuviera en su lugar, sosteniendo el cuerpo de su hermano.

Habían perdido a muchas personas aparte de Amy y tan solo minutos atrás se dieron cuenta de que Jim había sido mordido. No sabían mucho sobre lo que pasaba, solo que una mordida o rasguño podían costarte la vida.

Jacqui salió de la RV con una cubeta en sus manos. Miró a Hana durante unos cortos segundos. No tenía mucho que hacer aparte de cuidar a su hermano, porque todos creían que era mejor que ella no ayudara a limpiar los cuerpos.
—Hana, cariño.— Llamó suavemente. Hana la observó. Jacqui era una mujer muy dulce y bondadosa, pero también era muy valiente y ya varias veces se había ofrecido a ir a la ciudad, pero solo una logró convencerlos de ir.— ¿Puedes cuidar un poco de Jim? Iré a buscar a Rick.— Hana no pensaba negarse, pero de igual manera si lo hubiera hecho Jacqui ya estaba lo suficientemente lejos cómo para escucharla.

Entró a la RV y se paró frente a la puerta de la pequeña y única habitación que había en esta, estaba abierta pero aún así esperó y miró a el hombre que yacía medio moribundo en la cama.
Jim estaba muy pálido, había ojeras adornando su rostro y su piel brillaba por el sudor. Estaba sin camisa, pero en su abdomen había algunas vendas manchadas de sangre. Tenía un pequeño cubo en sus manos, en dónde Hana suponía había estado vomitando.

—Pasa.— Soltó, sacando a Hana de sus pensamientos mientras lo miraba. Su voz incluso se escuchaba débil y llena de dolor. —No es tan malo cómo parece.— Comentó, tratando de reír para tranquilizar un poco a la menor, pero fue interrumpido por su propia tos que lo hacía tomarse el abdomen con fuerza por el dolor.—O tal vez sí...

—El señor Grimes dijo que iríamos a un lugar en dónde pueden curarlo. Ahora todos están levantando el campamento. Estará bien.— Afirmó. Ya habían perdido a mucha gente y no quería perder a nadie más. Rick había mencionado la CDC, sobre la probabilidad de que en esta aún hubiera gente que pudiese ayudarlos a salvar a Jim. Y Hana realmente no creía que todo estuviese acabado, estaba segura de que iban a encontrar algo.

Jim rió un poco, por la ingenuedad que había en Hana. Aquella inocencia y esperanza que él mismo había perdido cuando vió a su familia ser devorada, porque en ese mismo momento supo que todo estaba perdido, por lo menos para él lo estaba.

—¿Necesita algo? ¿Agua, comida...— Pero Jim negó. Lo único que quería en ese momento era morir. Estaba siendo demasiado doloroso y lo único que anhelaba era poder descansar. ¿Pero cómo le dices eso a una chica como Hana?