Capítulo 35 - ¡Bienvenidos a la ciudad sin ley!

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Es un placer para mi en introducir al primer villano verdadero de este volumen y de la historia.

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El mismo día antes que Razel y Cid se fueran, el director terminó de hablar con unos profesores.

Tras un tiempo en que se fueron, nuevos pasos se escucharon y la puerta fue abierta.

Dos hombres entraron.

No, lo correcto sería decir jóvenes adultos.

Estudiantes para ser precisos.

Pero no eran estudiantes normales. Ellos eran objetivos de captura.

El de la derecha era más alto que su compañero. Era un chico musculoso de piel bronceada, apariencia rebelde y salvaje, peinado hacia atrás color negro con lados dorados a los costados y de ojos marrón claro.

Él era hijo de un conde, Bellange von Fraser era su nombre.

Quien estaba a su lado era un chico mucho más bajo que Bellange.

Su cuerpo era tonificado, aunque delgado, su cabello era gris cenizo y le llegaba hasta los hombros, con una trenza detrás de la cabeza. Sus ojos eran un frio color verde azulado y no mostraba expresión alguna como su bello rostro.

Era el heredero de un margrave, Lambert von Attley, un futuro santo de la espada.

Hace meses, ellos junto con el príncipe Regulux von Bryes, humillaron a Eli y se batieron a un duelo contra un don nadie.

Terminaron perdiendo y castigados por su familia.

Ese príncipe fue degradado al cuarto príncipe y perdió poder como influencia política.

Lambert le preguntó al director.

−Buenos días director, ¿para qué nos necesita?

−Umm, me alegra verlos a ustedes dos. Seré rápido ya que deben volver a clases.

El director sacó dos cartas.

−Por favor, ábranlas.

Ambos se acercaron y tomaron las cartas con sus nombres.

Los ojos fríos y sin expresión de Lambert se movieron un poco mientras que Bellange gritó de emoción.

−¡Director, es cierto esto!

−Si. El palacio imperial les escribió a sus familias.

El padre de Bellange era un funcionario en el palacio, su territorio era encargado por su esposa.

Mientras que el padre de Lambert era un margrave que cuidaba su lado de la frontera. Tenía un puesto como un ministro, pero ni siquiera iba a las reuniones.

Debido al suceso de Eli, el padre de Bellange sabía de esto y le pidió al primer ministro que enviara a su hijo para recuperar el honor perdido.

En cambio el padre de Lambert, el margrave Bernard, usó su influencia como ministro para enviar a su hijo sin consultarlo.

Le importaba más el bienestar y orgullo de su familia que la seguridad de su hijo.

Lambert no lo odiaba, lo respetaba por ello. Por eso le parecía correcto esto.

−Comprendo, pero no tenemos boletos para ir. ¿Cómo hacemos entonces?

−Ustedes no irán en tren, irán con cierta persona. Umm... hubo circunstancias y serán sus guardaespaldas ya que serán escoltas.

Reencarnado en un juego Otome como el personaje feo del fondo (1era Temporada)Where stories live. Discover now