Reencarnado en un juego Otome como el personaje feo del fondo (1era Temporada)

Capítulo 104 ─ El pecado de Linhard

Queridos lectores llegamos a uno de los mejores capítulos.

Llegó el momento de resolver dudas y misterios como darle desarrollo a Amy.

También es hora de mostrar por qué ella casi no sale en la historia.

¡Amy vs. Linhard!

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Amy estaba mirando con furia.

Ella acababa de escuchar algo inimaginable.

─Tú... ¿fuiste el que me metió en esa celda por tantos años?

Frente a ella estaba el responsable de su sufrimiento.

Linhard la miraba con una expresión apagada.

─Si puedes moverme de este lugar, aunque sea un centímetro, te diré algo.

Inmediatamente Amy conjuró un poderoso hechizo, pero recordó que Razel, Leila y Livie estaban aquí.

Ellos podrían morir por accidente.

Ella no quería eso.

Utilizó un hechizo de bajo nivel y lo atacó con relámpagos púrpuras.

Linhard usó su lanza y los relámpagos fueron absorbidos.

─ ¡...!

Ella no comprendía porqué su ataque fue absorbido, pero no dudó en lanzarle más.

Cada ataque mágico de ella era absorbido por la lanza.

Amy detuvo sus ataques porque estos eran inútiles.

Esta vez usó algo diferente.

─Magia de Teletransportación.

La magia de teletransportación en el juego era de nivel 8.

Lograr desbloquear este hechizo costaba muchos puntos, ítems y experiencia requerida.

Era útil para escapar de enemigos y legar a otros lugares en un instante.

El único inconveniente es debido al agotamiento de poder mágico.

Esta habilidad tuvo muchas críticas por los jugadores.

La mayoría de comentarios era de aquellos que se quejaban de que era un hechizo de alto nivel, pero no les facilitaba las cosas.

Otros lo defendían, decía que les gustaba que fuera así por una experiencia mejor y para no facilitarles las cosas.

Al final quedó en nada la discusión.

Amy los teletransportó al cielo, ella usó un hechizo para que él flotara y no callera al suelo.

Ella tenía una mirada de victoria en su rostro.

Linhard suspiró y dijo.

─No esperaba esto. Eres una caja de sorpresas.

─Bien. Cumpliré mi promesa.

─... ¿Recuerdas algo de tu infancia?

─Todo lo que recuerdo es una habitación oscura y no sé cuánto tiempo fue.

─Recuerdo también la voz de mi madre suplicando que la liberaran.

─Un día me sacaron de ahí y dijeron que me vendieron al palacio imperial.

Linhard al escuchar eso comenzó a reírse.

─Jajajaja, en serio. ¿Eso fue lo que te dijeron?

─En verdad que se han burlado de ti. Esa persona sin duda quiso crearte un trasfondo triste.