> tres <

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La hora del almuerzo llegó. Agradecía que la mesa de mis amigos estaba junto a la que tu siempre usabas. Le hice señas a un amigo que estaba entrando a la cafetería, y te vi venir detrás de él, mientras te colocabas los audífonos y buscabas la canción correcta en tu celular.

Luego de sentarte en la mesa del frente, acomodaste tu mochila bordo y de ahí sacaste un libro, se podría decir gigante, del cual no pude ver el título. También sacaste marcadores y te sumergirse en tu propia burbuja al comenzar a leer y marcar cada página con una sonrisa de labios cerrados. Desde que habías llegado a la escuela ya todos sabían que era habitual que leyeras en la hora del almuerzo.

Tu bonita sonrisa desapareció cuando alguien se paró frente a ti, era un directivo escolar.

Gracias, JessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora