> quince <

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En literatura volviste a sentarte con tu nuevo amigo, y yo con mí molesta compañera de trabajo.
En el almuerzo me fui con mis amigos cuando vi que invitaste a nuestra mesa a tu amigo, quien por cierto ahora sabia que se llamaba Chase. No parecía mal chico, pero ambos hablaron todo el tiempo de su trabajo en común y yo no tenia mucho que hacer ahí.

Mis amigos fueron dramáticos y aplaudieron cuando me volví a sentar con ellos, como si me hubiera ido por años y recién regresara.

Te esperé en la salida, no llegaste. Te envié un texto y me pediste disculpas porque ya te habías ido, tu amigo se había ofrecido a llevarte a casa.

Volví a verte el lunes, pero tú no a mí, porque al parecer compartías más clases con aquel chico y te vi pasar con él por el pasillo. Me saludaste desde lejos con la mano y seguiste tu camino.

Esperé a la clase que compartíamos juntos de calculo pero no apareciste. En el almuerzo te busqué y tampoco estabas. Falté a clase de geografía por intentar contactarte, tú no te pasabas las clases.

Me preocupé al pensar que quizás te sentías mal y te fuiste, pero se me revolvió el estómago cuando te encontré en el campus de lacrosse almorzando con tu amigo. Ambos reían abiertamente. Él comenzó a hacerte cosquillas y quedó sobre ti mientras ambos seguían estallados en carcajadas.

Me fui antes de que me vieran y entré a mí siguiente clase. Tú volviste a irte con él, y yo volví solo a casa sin uno de tus besos en mi mejilla.

Gracias, JessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora