Capítulo 62

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62. La cena



La primavera había llegado. Y podía sentir las evaluaciones finales a la vuelta de la esquina.

Si bien, ya me encontraba estudiando y asegurándome de cumplir en todas mis materias y aún seguir superando las consecuencias que mis acciones ha traído.

— Ey chica, ¿Cómo estás hoy?

— Mejor que ayer, supongo.

Mi amigo castaño rojizo me sonríe ligeramente y yo suelto un ligero estornudo.

— Vale, que alguien está pensado en ti.

— Si, gracias Joe — el chico me mira divertido y yo aparto mi brazo de mi rostro.— Espero que quién esté pensando en mí no lo haga con intensiones asesinas.

— Ay por Dios, eres una exagerada. ¿Quién querría matarte en estos momentos?

Arqueo una ceja mirando directamente a la pantalla a lo que mi amigo cambia su expresión.

— Pero estoy seguro de que no lo llevarían acabo.

Suelto un silencioso suspiro y dejo caer mi barbilla sobre mi puño recargado sobre una almohada.

Agradecía que después de todo no me había quedado completamente sola, claro, después de mi familia. Me lleve una sorpresa cuando después de contactarme con Joe una semana después de mi cumpleaños este actuó normal y se mostró asombrado cuando le conté lo que había pasado con Ben. Aparentemente nadie había hablado con Joe después de la fiesta lo cual hizo sentir al castaño rojizo y a la vez me trajo alivio, porque así pude contarle todo sin omitir una sola cosa.

— Pero, venga, mejor hablemos de otro tema. ¿Cómo se siente la futura graduada?

— Muy nerviosa, debo admitir — suspiro mirando hacia la pantalla frente a mí — los planes que tenía para ese gran día tuvieron que cambiar con la situación y con la tensión de la escuela y todo es… emocionante.

— ¿Y qué piensas hacer luego de graduarte?

Que pensaba luego de graduarme… Más bien, ¿Qué no había pensado luego de eso?
Desde el verano pasado había planeado que quería quedarme aquí en Dorset y comenzar a ejercer mi carrera hasta que decidiera que era lo que quería. Después, cuando Ben y yo hicimos nuestra relación oficial fue él mismo quien de repente, un día me propuso que después de que ambos obtuviéramos un trabajo estable, buscaríamos un departamento para vivir juntos.

Ese era un sueño que ambos logramos compartir y una de la primeras veces en las que pudimos hablar y expresar lo que pensábamos y sentíamos, en este caso, respecto a aquella propuesta.

¿Tal vez era por eso que me dolía tanto el saber que se había acabado? ¿Qué nuestro sueño se quedaría siendo solo un sueño?

La repuesta era un claro, sí.

— Ey, ¿Todo bien?

La voz de Joe logra sacarme de aquellos pensamientos y haciéndome saber que me había perdido por un momento.

— Sí, yo, todo bien. Planeo comenzar a trabajar justo aquí y ver qué pasa. He entendido a la mala que es mejor no darle prisa al tiempo y que pase lo que tenga que pasar.

— Que sabia te has vuelto.

El tono usado por el chico es sarcástico y yo me limito a entornar la mirada.

Bueno, me he quedado con el amigo chistoso con el cual a veces no puedes hablar seriamente.



[...]


Los días para mí se estaban volviendo más cortos y las horas de estudio me parecían largas y exhaustivas.

Siempre había sido muy dedicada a mis estudios y había sabido separar mi vida escolar y mis asuntos fuera de ellos pero por un momento logré revolver todo y ahora poco a poco estaba volviendo a acomodar cada cosa en su sitio.

En mi camino hacia la cafetería me encontraba entretenida en aquel libro de colores azules del cual me había olvidado por completo y dejado a medias. Cuando estoy por adentrarme al sitio siento como me apartan de la puerta tomándome por sorpresa y haciéndome girar sobre mi lugar. Al girarme pronto siento unos labios presionarse sobre los míos y con los ojos bien abiertos puedo percatarme de quien se trata.
Logro apartarme del rubio y al hacerlo este posa sus manos sobre mi cintura haciendo quedarme pegada a él.

— Evan, ya hablamos de esto.— le reprocho dándole un pequeño golpe con el libro en el pecho a lo que simplemente sonríe.

— Lo siento, pero no pude resistirme. Tengo algo que decirte.

Puedo percibir una pizca de entusiasmo en su tono y también un tanto de nerviosismo.

— Bueno, entonces, dime.

— Aun no. Te lo contaré está noche durante la cena.

— ¿Qué cena? Evan…

— Tengo que hacer unas cosas, paso por ti a las ocho.

El chico aparta sus manos de mi cuerpo y pronto se encuentra caminando en la dirección contraria.

— Espera, Evan…

— ¡Hasta más tarde hermosa!

Y con esas palabras gira hacia su izquierda perdiéndose por un pasillo.

Me quedo parada en medio de la puerta tratando de procesar lo que ha pasado, mi mirada va un momento hacia el pasillo a mi derecha y por este veo una figura desaparecer con rapidez impidiéndome saber de quién se trataba. No le doy mucha importancia a esto último y por un escasos segundo a mi mente vienen todas las escenas de películas de terror en las que el chico o chica eran perseguidos por los pasillos por seres o personas, y luego terminaban muriendo.

Sintiendo los nervios y el miedo invadirme me adentro a la cafetería tratando de perderme en el bullicio que ocasionan las personas en el lugar mientras camino en dirección a la mesa de mi preferencia.




Terminaba de analizarme frente al espejo en busca de alguna imperfección o detalle. Una vez que considero que estoy lista doy media vuelta y me acerco a tomar el abrigo sobre mi cama y mi bolso. Salgo de mi habitación y en mi camino bajando las escaleras logro ver a mi padre caminar por el pasillo que lleva hacia la sala.

— ¡Ya me voy! 

Mi grito logra llamar la atención de mi padre quien se detiene en su camino y se vuelve en mi dirección. Logro llega con rapidez hasta él y me acerco a besarle la mejilla y emprender mi camino hacia la salida.

— ¡Antes de las once señorita!

— ¡Entendido! ¡Te quiero pa!

— ¡Y yo a ti!

Es lo último que escuchó de mi padre cuando llego hasta la puerta y salgo cerrando está a mis espaldas encontrándome con un auto de color gris aparcado junto a la cera y a Evan recargado sobre la puerta del copiloto.

Me encaminó hacia el chico y nos damos un corto abrazo para que después me abra la puerta del copiloto para subir al auto. Una vez que Evan sube a su auto me da una mirada rápida antes de encender el motor y emprender el camino hacia quien sabe dónde.






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Ya la cuenta regresiva ha comenzado y estoy súper ansiosa porque puedan leer estos capítulos finales que estaré subiendo de poco en poco hasta llegar al final.

Primero actualice «White Lies» para quienes la estén leyendo vayan a leer el capítulo 40, y espero pronto actualizar «Desconocidos»

No tengo nada más que decir así que nos leemos el lunes ;)

Las tqm ❤️

Cita De Juegos [Ben Hardy Y Tú] I & II COMPLETA ✔️Where stories live. Discover now