CAPITULO 12

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Lauren devolvió la señal de los pulgares arriba a Robbie, que acababa de desenganchar la barra de remolque del 737. Cuando él saltó a la parte trasera de su remolcador, ella dio marcha atrás para obtener una visual con el capitán del avión y le dijo a través de su auricular de radio que estaba listo para la salida, con ese visto bueno, ST 1114 a Dallas ahora pertenecía oficialmente a la torre.

Las cosas volvieron a la normalidad con su equipo, que había recibido una sorpresa de inspección de seguridad por el jefe de la aerolínea esta mañana.

- ¡Hombre, no puedo creerlo! -, Robbie dijo mientras volvían a la puerta, - ¿Has visto a la azafata que sacó las bolsas de gran tamaño? Candace... vaya! -,

- ¡No puedo decir que lo hice! -, Lauren dijo.

- ¡Deberías hacerlo!, porque ella estaba segura de mirarte -,

- ¡Me gustaría que me hubieras empujado!, habría conseguido su número -, un poco de coqueteo se sentiría muy bien ahora, sobre todo si le quitaba de la mente a una cierta invitada.

Justo allí era parte del problema, Camila no era una invitada.

Ella era una empleada, y había todo tipo de razones de pensar en ella tanto que estaba mal, los instintos de Lauren siempre le pidieron que salvara a la damisela en apuros, pero salvar Camila significaba ayudarla a aprender a ser independiente, no aprovecharse de su vulnerabilidad.

Ya estaba mostrando los cambios que había hecho solo en la última semana, las cuales coincidentemente sucedió justo cuando Lauren había comenzado a encontrarla más interesante.

El bolsillo de Lauren había vibrado mientras estaba en la pista y esperaba encontrar un mensaje de texto de la morena, en cambio, era un correo de voz de Dani Hatcher, una invitación para tomar un café la semana siguiente en el aeropuerto.

Ella confirmó su cita con un mensaje, sonriendo por imaginar la pena que Dani le daría por recoger a una extraviada en su camino a casa desde Virginia.

Hablando de esa extraviada, Camila estaba llevando a su papá al médico hoy, con sus cuatro puertas despejadas, Lauren se metió en la sala de descanso para llamar por una actualización.

- Le quitaron las puntadas -, Camila dijo, - Él gimió como un niño de cuatro años con una rodilla raspada -,

- ¡Ese es su movimiento de simpatía!, debe haber estado una bonita enfermera cerca -,

- ¡No, esa era la doctora!, ojalá pudieras haber visto su cara, ella reviso su hombro, luego sus piernas, y dijo, ¿En serio?, entonces él me dijo que cerrara mi pico porque no podía dejar de reír, ¿Quién dice pico de todos modos? -,

Lauren deseó haber sido una mosca en la pared para eso, - ¿Qué hay con el hombro? -,

- ¡Mejorando, ella dijo!, no más cabestrillo, pero tiene que mantener la abrazadera, y, por supuesto, cuando ella terminó, él le preguntó si estaba bien usar su mano ahora para atar sus zapatos, ella se fue con eso, así que estaba contenta de ver que no era la única idiota por caer en eso -,

- ¡Tienes un espíritu positivo! -, ella se rio ante el recuerdo de Camila tirada sobre su estómago mirando bajo el coche, - ¡mira!, voy a llegar un poco tarde, tengo que recoger algo, nos vemos cerca de las cuatro -,

Se dirigió hacia el remolcador, donde Robbie le entregó un par de conos de señal de color naranja, - Sea-Tac llegando doce minutos antes y LAX está a tiempo para un cambio -, él dijo.

AL OESTE DE LA NADA - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora