CAPITULO 13

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Lauren abrió tres paquetes de azúcar y los dejó caer en su humeante café con leche, sonriendo al darse cuenta de que esto podría haber sido el vicio el cual confesó cuando pinchó a Camila sobre el hecho de fumar.

El café no era bebible sin azúcar, montones de ello, y la vida no valía la pena vivirla sin café. Desde una pequeña mesa en la esquina de la cafetería observó a Dani, que volaba a una conferencia en Denver, dado que los miembros de la tripulación de tierra estaban fuera de lugar en el vestíbulo, disfrazó su uniforme con un jersey negro, aunque el lazo que colgaba de su cuello la identificaba como una empleada del aeropuerto.

Su último encuentro con Dani había sido hace un par de meses, cena en un bar deportivo, seguida de una conferencia sobre la política feminista en la literatura moderna, Dani siempre la estaba llevando hacia causas y filosofías que le extendían la mente, y mientras Lauren a menudo lo reflexionaba durante varios días, no exactamente anhelaba más, lo que hacía a Dani tan interesante era cómo tomó esas teorías y las aplicó a la vida cotidiana de sus amigos.

Ella era un flautista de Hamelín cuando se trataba de reunir a las mujeres a sus diversas causas porque nadie había descubierto la manera de decir que no.

Dani irrumpió en la pequeña zona de asientos y estacionó su maleta junto a la mesa, en sus 1.60 de altura, todavía conseguía llenar cada habitación con su personalidad optimista y voz aguda, entusiasta.

Un besito amistoso en los labios pasó como un saludo mientras se quejaba sobre su experiencia de pasar por la seguridad, - me irrita saber que en realidad puede ver mi tampón en esa estúpida máquina de rayos X, cuida mis cosas mientras agarro algún café -, Lauren soportó la peor parte de todo el mundo de las quejas de los viajes aéreos una vez que supieron que trabajaba para una aerolínea.

No se atrevió a mencionar que no estaba sometida a los mismos procedimientos de seguridad intrusivos a pesar de tener acceso sin restricciones a los aviones.

- Entonces ¿qué está sucediendo en Denver? -, ella preguntó cuando Dani volvió a la mesa.

- ¿Hay una variante especial de la teoría feminista que se aplica sólo a diez mil pies? -,

A los treinta y nueve años, Dani llevaba el pelo corto, prematuramente canoso y gafas bifocales como insignias de honor.

- ¡Ríete todo lo que quieras, chica voladora!, sucede que voy a una conferencia de redes, estamos creando un banco nacional de recursos para lesbianas que necesitan servicios profesionales, médicos, terapeutas, abogados, planificadores financieros, todo el asunto -,

Lauren asintió con aprobación, - si alguien puede lograr la organización de muchas personas, ¡eres tú! -,

- ¡No es tan fácil como podrías pensar!, pero tenemos algunas chicas inteligentes en el comité directivo. Todos a los que nos hemos acercado quieren aparecer en la lista porque todos piensan que son expertos, pero trabajar con lesbianas requiere especial habilidad y conocimiento, nuestros problemas no son como todos los demás -, Dani hojeó los condimentos para un paquete de endulzante artificial, - lo bueno es que no me gusta el azúcar. Así que, suficiente sobre la conferencia... quería compartir algunas noticias contigo, ¡al parecer tengo una novia! -,

- ¡¿Al parecer?! -,

- ¡Parece de esa manera!, he estado tratando de convencerme de lo contrario, pero nuestra relación empieza a caminar muy parecida como a zambullirse, su nombre es Clara Lewis y sucede que vive en Denver -,

- ¡Imagínate eso! -, la perspectiva emocionó a Lauren, no sólo porque quería que su amiga fuera feliz, sino también porque significaba el fin de toda la especulación de sus amigos de que ella y Dani terminarían juntas cuando ambas sabían que nunca ocurriría.

AL OESTE DE LA NADA - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora