«Septimo lirio; VII»

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"07:07"

12 de octubre.

Observo el reloj, eran las 07;07. Ya había pasado más de medio año y el tiempo seguía fluyendo.

En este último tiempo, las cosas se habían vuelto difíciles. El crecer siempre era difícil. El trabajo y el estudio exigían mucho de ella, al punto de dejarla agotada.

Se había alejado de sus amigos cercanos.

Aun estaba su mamá a su lado, pero aun así, había cosas que no podía compartir con ella.

No iba a mentir, se sentía sola. En realidad, la soledad siempre la había acompañado a lo largo de su vida, pero en este tiempo se sentía más sensible de lo usual.

Tal vez era por el cansancio mental y físico que tenía. Esa noche, al regresar a casa, no había nadie allí para recibirla.

"Tal vez deba comprar una mascota" pensó. Aunque descartó la idea en seguida, porque no tendría mucho tiempo para ocuparse de ella y cargar a su madre con una mascota no sería algo bueno.

La casa se sentía más fría y vacía de lo usual, tal vez se debía a que la temperatura había disminuido en los últimos días debido a las lluvias. Hace tiempo no escuchaba música, por lo que pensó que sería una buena idea reproducir su playlist en los altavoces.

Pero ya no se sentía cómoda escuchando los sonidos, amaba la música, pero luego de un día ajetreado, oyendo tantas voces, llegaba a cansar.

— Esta bien, encenderé la radio. — hace tiempo la radio no era usada, por lo cual no le sorprendía que la antena no funcionar muy bien y solo funcionará una emisora.

"Por supuesto, hay días en los cuales yo también me siento agotado, como si se me viniera el mundo encima. Y en momentos como esos, solo quiero encerrarme y olvidar todo aquello que me causa preocupación. Pero como soy un artista, hay momentos en que no puedo simplemente saltarme mi trabajo, ya sea por las personas que me apoyan, a los cuales no quiero defraudar o por mi mismo. No quiero defraudarme a mi mismo. "

Una voz cálida y encantadora, sensual y masculina. Hablaba suavemente, su forma de expresarse era preciosa.

Un escalofríos como el que sintió hace años recorrió su cuerpo.

"Sé que en esos días, tal vez necesitamos alguien que nos escuche,  estamos gritando "por favor, alguien salveme" en nuestro interior. Pero a veces no es fácil encontrar a alguien, podemos llegar a sentirnos incomprendidos o a veces el contarle a alguien mas nuestros problemas es incomodo, porque sentimos que cargamos a la otra persona… Si ese es el caso de ustedes, quiero decirles que pueden venir aquí. Tal vez las cosas no cambien, tal vez no haya una respuesta, pero podemos salir adelante entre nosotros. Siempre estare aqui, escucharé sus historias. Gracias por acompañarme otra noche más, es hora de descansar, quiero decirles que lo hicieron bien el día de hoy, trabajaron duro, mañana será un nuevo día. "

Se escuchó una canción y luego una nueva voz habló.

"Gracias por acompañarnos en nuestro día de repeticiones, tengan una buena noche."

¿Noche de repeticiones? Entonces aquel no era un programa en vivo, era un programa grabado. Generalmente en aquella radio había días en los cuales hacían un especial de ese tipo, pero si era así, ¿cuánto tiempo había pasado desde que ese programa había salido en vivo?

Un malestar se instaló en su pecho. La sensación de que algo andaba mal.

— ¿Qué estás haciendo? — La voz de su madre la sacó de sus pensamientos. — Bienvenida a casa, cariño. — Saludo dulcemente. —

— Mamá, ¿Sabes de que épocas son los programas que transmiten en esta radio?

— ¿Mhn? No escucho muy seguido la radio, pero sé que son programas de varios años atrás. Es bastante variado.

— Ya veo. — murmuró, por alguna razón, sentía que sus ojos querían soltar lágrimas.
— Iré a acostarme, ¿bien? Abrígate, mamá. — Se acercó al sillón y tomó una manta, rodeando con ella a su mamá.

— Gracias, cariño. — Sonrió.

Luego de que la joven desapareció en direccion a su cuarto, la madre suspiro.
Hace tiempo su hija no era la misma, desde que era pequeña había sido especial, siempre estaba pérdida en su mundo, pero en ese último tiempo, podía sentir el vacío dentro de la joven, a pesar de que su forma de demostrarle cariño y preocupación no había disminuido…  Sentía distante a su niña. Como si algo oscuro la estuviera consumiendo.

La peor parte era que no podía hacer nada, más que apoyarla y cuidarla, ella era muy independiente.

— Ojalá que aquello que te ha estado atormentado no te termine de consumir, ojalá que puedas ser feliz. — pidió suavemente.

La joven por su parte se encontraba en su habitación, acostada en su cama.
Hace tiempo no escribía, por lo que decidió sacar su viejo cuaderno.

«Ha pasado un tiempo. La vida se ha vuelto más difícil»
Entre idas y vueltas, la vida ha comenzado a transitar el destino marcado.
Nacer, crecer, estudiar, trabajar, morir.
¿Tenía sentido aquello?
No. Había asumido que era normal, pero poco a poco, aquella vida monótona comienza a consumirte.
Como una vela con la mecha encendida, derritiéndose poco a poco.
El fuego te está consumiendo.
No. Detente. Frena esos pensamientos.
Estás trabajando duro. Lo estás intentando.
Aun sigues encendida.
No dejes que  te consuma.
"Lo hiciste bien, trabajaste duro, mañana será un nuevo día".

En esta ocasión, no le había escrito a él. Solo había escrito aquellas palabras, pensando en la dulce voz que la reconforto con palabras que sin saberlo, necesitaba oir. ¿Quien había sido el dueño de esa voz? ¿Aun estaba en este mundo?
Lágrimas inundaron sus ojos.

" Está bien llorar, mañana será un nuevo día, está bien caer. No necesitas ignorar tus sentimientos. Está bien estar mal"

Antes de caer en un profundo sueño, una voz susurró en su mente.

El significado simbólico de los Lirios del Valle. (Saeran x Mc) •TERMINADA•Where stories live. Discover now