HOUSE OF CARDS | Draco Malfoy ✓

eleven

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CAPÍTULO ONCE

—Creo que estarían muy lindos juntos en realidad.—Pansy sonrió, un pequeño brillo en sus ojos indicó sus sospechas mientras caminaba por el pasillo de su casa.

Después de que se aparecieron en su apartamento, comenzaron a conversar sobre las interacciones que Penny y Scorpius habían tenido desde que comenzaron a trabajar en el casino.

A pesar de lo espantosa que era, Pansy parecía no notar ni los cuchillos de Draco por ojos ni la repentina arrogancia de Penny.

—Me cuesta creer que ustedes dos sean solo amigos,—continuó parloteando.

Por lo que recordó durante la última semana, más o menos, Pansy solo era una perra con unas pocas mujeres, sorprendentemente, Penélope no era una de ellas. Principalmente a juzgar por la apariencia o la forma en que se comportaban.

Ella era de las que juzgaban el carácter rápidamente, pero cada juicio se consideraba exacto. Casi aterradoramente acertado.

Dejándola con sus pensamientos, Penny miró a su alrededor, asimilando todas las riquezas que solía tener. Pansy no estaba tan bien como los Malfoy, pero eso no significaba que tampoco se sintiera bastante cómoda.

Sus paredes eran más vivas, decoradas con colores naranjas y marrones cálidos; recubierto de cuadros de arte contemporáneo.

Las flores florecieron y filtraron el aire con una esencia floral sensual y lujosa que solo se acogió con agrado a los acentos. Draco debería tomar algunas lecciones. Su piso estaba muy vacío.

No tenía sustento. Nada que pueda considerar emocionante a una persona. Todo lo que encontraba emoción estaba en sus acertijos.

La guiaron hacia una habitación de invitados que era de un tono completamente diferente, de paredes altas y teñidas de azul claro, con un tocador y una cama blancos y firmes. Sábanas azules y almohadas aqua.

Solo de las dos habitaciones que solo había visto hasta ahora, parecía que cada habitación estaba dedicada a un color sentimental. Al menos fue intuitivo. Más creatividad de la que Draco podría tener nunca, así que no la sorprendería si Pansy también decorara y diseñara el casino. Porque el casino parecía mucho más atractivo.

—¿Estás segura de que solo sois amigos? Lo veo sonrojarse a tu alrededor todo el tiempo.—Pansy dio vueltas alrededor de la cama, una suave sonrisa acompañó sus labios.

Penny asintió con la cabeza y le devolvió la sonrisa vacilante. Hablar de Scorpius la ponía nerviosa. Pero no de la buena manera. Era un recordatorio constante de que era su padre con quien se relacionaba.

Usar a su hijo como palanca quizás no fue genial porque si ese fuera el caso, ella también lo estaba jugando. Y era sólo Draco a quien quería jugar. Y uno solo puede concentrarse en un juego a la vez.

Hacer dos fue ciertamente una apuesta y uno solo puede manejar tanta presión. No quería profundizar demasiado porque un percance y un BOOM crearían un juego pesado superior.

Y cualquiera de las partes podría ganar, lo que dejaría a la otra un poco amargada. Ella ya sabía cuánto odiaba perder Draco, incluso si era con su hijo.

—Solo amigos.—Confirmó Penélope.

Sin otro pensamiento que estallara, Pansy se encogió de hombros y la dejó vestirse para irse a la cama. Te veré por la mañana. Cantó, dejando que su voz resonara por los pasillos.

Rápidamente se quitó la ropa de trabajo y se consoló con la ropa suelta, suspiró mientras se abrochaba el sujetador y dejaba caer el pecho.

Mientras se sentaba en la cama, los ojos casi se agrandaron por los niveles de comodidad que eran más allá de comparables a los del apartamento con grilletes en el que vivía.