Cada vez que mi alma duele,
llegas como el sol después de una tormenta,
brillas sobre mis lagrimas cada mañana
y me falta facultad para rechazarte
porque deseo estar donde tu presencia me permita apreciarte.Sostenme donde pueda escuchar los latidos de tu corazón
y sentir la tranquilidad de tu respirar.
Mantenme donde esa tranquilidad guíe mi pesar,
donde tus latidos marquen el tiempo y no haya lugar para arrepentimientos.Has de cada instante que me sostengas una eternidad,
has de tu pecho mi hogar,
porque es justo ese lugar
al que quiero pertenecer por la eternidad.