5: would you have the guts to say i don't love you?

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Apenas era mediodía cuando Harry salió de su departamento en camino a ir a una cafetería a pasar el tiempo hasta que comenzaran sus clases

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Apenas era mediodía cuando Harry salió de su departamento en camino a ir a una cafetería a pasar el tiempo hasta que comenzaran sus clases. El viento de otoño era tan frío que obligó al rizado a acomodar su bufanda en su cuello y poner ambas manos en los bolsillos de su saco mientras se dirigía a la cafetería.

La vida de Harry estaba en su momento de tranquilidad, o así era por cómo era la forma que sus amigos se dirigían. Sus padres le habían conseguido un departamento que estaba a unas calles de su universidad, dónde solo le faltaban tres años para terminar su carrera como guionista. Era un estudiante aplicado. Sus notas no eran tan altas, pero tampoco se quejaba de ellas. Había tomado como hobbie volver a pintar, algo que amaba el rizado desde que tenía noción.

Podía pensar que después de su ruptura con Louis, la vida le sonrió por primera vez en mucho tiempo. Al comienzo no estaba seguro de empezar una relación con otra persona y actualmente tampoco se sentía preparado para estar en una nueva.

"Primero debo sanar todo lo que pasó con Louis, y para eso debo olvidarme por completo de él", o eso es lo que Harry le decía a sus amigos.

Entró a la cafetería y rápidamente se quitó su bufanda cuando sintió el calor del lugar que lo recibía con el aroma a café y chocolate clásico del lugar. Caminó hacia la caja y miró pensativo a una pantalla mientras leía las bebidas del día.

―Buenas tardes, quisiera un café con leche y dos donuts de frutilla, por favor. ―dijo buscando su billetera en su mochila, ignorando a la persona que estaba en la caja, quien lo miraba sorprendido al rizado.

―¿Harry? ¿Harry Styles?

El nombrado levantó la vista con su billetera en su mano y alzó ambas cejas sorprendido al ver a Stephan en frente suyo.

Estaba él, en la jodida caja registradora, tomándole la jodida orden.

―¿Stephan?

El rubio rió sorprendido y asintió.

―El mismo de siempre, mi amigo. ―dijo para luego reír nuevamente. Harry en cambio, lo miraba con cierta incomodidad al rubio.

¿Era una jodida broma? ¿Después de tres años de no ver a nadie familiarizado con Louis, tenía que ver a uno de sus amigos en frente suyo en un lugar al que siempre concurría? Se acomodó en su lugar y jugó con su billetera tratando de calmar sus nervios.

―¿Hace cuánto que trabajas aquí?

Stephan sonrió y caminó hacia la cafetera para hacer la orden que Harry había pedido.

―Empecé hoy ―dijo Stephan en un tono alegre. Nunca se lo había comentado a Louis, pero siempre le agradó Harry cuando él y el rizado salían. Admiraba mucho la paciencia que tenía Harry cuando se trataba de Louis completamente borracho. ―, hace unos días entregué mi currículum y ayer me llamaron para que comience a trabajar aquí. ―dice Stephan mirándolo por unos segundos. ―Me alegra verte, Harry.

my famous last words (welcome to the black parade, little boy) | l.s [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora