One-Shots (Zolu)

Bad Reputation (1/2)

[AU: Donde Monkey D. Luffy tenía una mala reputación, pero eso a Roronoa Zoro no me importó.]

⚠️ Advertencia de vocabulario ofensivo.⚠️

Luffy siempre se consideró una persona muy social y carismática, siempre haciendo amigos donde quiera que iba, demostrando alegría que irradiaba de luz los días de las peronas de su alrededor. Sus hermanos mayores, Ace y Sabo, siempre se aseguraban de que su pequeño hermano menor tenga siempre esa brillante sonrisa, pero, desde que se tuvieron que mudar de ciudad los tres juntos por conveniencia y Luffy ingresó a la secundaria, esa sonrisa brillante y sincera fue abruptamente reemplazada por muecas y sonrisas falsas, preocupando así a sus hermanos que no sabían lo que estaba sucediendo con su hermano menor.

Ellos dos habían intentado hablar con el menor, más sin embargo éste sólo decía que era el cambio de ambiente, lo cual era mentira, por supuesto que era mentira.

Luffy guardó sus cuadernos en su mochila roja y después se la acomodó en su espalda, la jornada escolar de ese día había culminado al fin y él ya podía volver a su casa y asaltar el refrigerador, así que, con esa idea en mente salió del aula y caminó por los pasillos llenos de estudiantes, y por supuesto, los susurros no se hicieron esperar, los comentarios hirientes nunca desaparecían, y esas risitas que iban dirigidas a él en son de burla le hacían sentir pequeño. Luffy sólo quería hacer amigos cuando pisó ese instituto, pero nada salió como el esperaba.

- ¿A dónde con tanta prisa, Luffy? ¿Acaso vas tarde a tu trabajo de prostituta?- gritó alguien entre risas y todos le siguieron el juego.

A paso veloz salió del campus y se encaminó hacia donde estaba su bicicleta para escapar de allí, en el camino las lágrimas abandonaban sus ojos a montón y el dolor en su pecho crecía, y por intentar secarlas con la manga de su suéter, no vio el camino y terminó por chocar alguien, provocando que ambos cayeran al suelo. Cuando el susto pasó y ambos reaccionaron, Luffy no pudo sentirse más avergonzado, había chocado con su bicicleta a alguien, así que ahora estaba mirándose cara a cara con un tipo que desconocía pero que llevaba el mismo uniforme que él, y éste estaba viendo a detalle el rastro desordenado de lágrimas en las mejillas teñidas de rojo del pelinegro.