Capítulo 34

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Tomó asiento en una comoda silla en las gradas que rodeaban la fosa donde se llevaría acabo el juicio de SeokJin, sus manos temblaban ligeramente. Tenía mucho miedo y una ansiedad que le revolvia el estómago haciéndolo sentir mareado. Un mal presentimiento se asentaba como una pesada roca en la boca de su estómago.

Dio un pequeño salto debido al susto cuando alguien tomó una de sus manos. Mirando a su izquierda se encontró con una media sonrisa por parte de JungKook. El gesto habría sido consolador de no ser por la mirada preocupada en los orbes grises, apreciaba el gesto de consuelo pero la realidad es que ni siquiera eso podía ayudarlo a calmarse.

Sintió un frío recorrerle cuando las trompetas sonaron dando comienzo al juicio por combate, uno de los lados de la fosa se abrió y SeokJin entró a la arena. Su cuerpo se lleno de malestar am onservar al mayor, entonces supo que nada bueno saldría de eso. Su mente le debía que debía mantenerse tranquilo, SeokJin llevaba una buena armadura y tendría algunas armas a su disposición, además de las espadas gemelas que se veían a simple vista, pero sus nervios se negaban a razonar con lógica y mantenían su fea cabeza levantada llenando su cuerpo de inquietud.

Apretó con fuerza la mano de JungKook, cerró los ojos e hizo algo que nunca antes había hecho, algo que su familia siempre evitó. 

Comenzó a rezar, orando a Kürr y Günn para que salvarán a su primo, que no lo dejarán morir ese día. 

"La agonía es lo que merecen y es lo que obtendrán" 

Sus ojos se llenaron de lágrimas ante las palabras susurradas en su mente, no sabía que significaban, podría hacer referencia a él y SeokJin pero también, Kürr podría referirse ha alguien más. 

—Esto está mal. 

La voz de Hoseok lo trajo de vuelta al presente, miró al castaño y después su vista se enfocó de nuevo en la fosa.

—JungKook…—murmuró con pánico, sus ojos no se despegaba de los cinco hombres al otro lado de la fosa.

Un soldado de Vinterdod, Brigton y Skinnden Gull, pero también había dos hombres grandes con largas espadas y armaduras de acero. Hombres de Solem. 

—El rey Hoseok tenía el derecho de elegir dos contendientes que representarán a su reino pero ha decidido declinar la voluntad de los dioses alegando que cree en la palabra del acusado, asegura que el rey SeokJin es inocente—anunció el gran maestro Nakyum—. Pero no podemos dejar que el juicio sea de esta forma, así que dos guardias de Solem pelearán en representación de los contendientes de Solufell, con el fin de seguir con la voluntad de los dioses. 

—Ese maldito…—murmuró con rabia Hoseok. TaeHyung apenas logró escucharlo pues su oidos sumbaban debido al miedo—. Todo esto es una maldita trampa. 

Por fin podía decir que estaba de acuerdo con algo de lo que salía de la boca de Hoseok. Eso en si mismo ya era casi irreal, un indicio más de que algo iba extremadamente mal ese día.

—Los dioses son los jueces más justos y ellos decidirán el destino de Kim SeokJin, rey de Giftenkker—el maestro Nakyum se acercó a un pequeño podio de donde tomó una campana de oro—. De ser inocente los dioses te otorgarán la fuerza para vencer a cada contendiente,  pero de ser culpable deberás morir en la fosa—sonrió de medio lado mirando a los tres reyes sentados en las tribunas. Aquella mirada de suficiencia dejaba claro que hombre había arreglado un juicio de lo más injusto—. ¡Que el juicio comience!

El ligero sonido de la campaña fue precedido por los gritos enardecidos de todos los presentes, el latido acelerado de su corazón opaco todo sonido, no podía apartar su mirada la fosa.

Rey de Coral  *KookV* Where stories live. Discover now