El otro - Itadori x Lectora x Sukuna (Yandere)

12

Día 15

Estabas en el baño, sumergida en la bañera, intentando relajarte un momento.

Ambos chicos te notaron pensativa desde el día anterior, además de que por estar sumergida en tus pensamientos tenías unos pequeños accidentes con las cosas o te quedabas mirando a la nada olvidandote de tu alrededor.

Así que los gemelos te dijeron que debías relajarte, que el resgo del día ellos te iban a cuidar por todo tu trabajo duro durante este tiempo.

Miraste el techo, el cuarto lleno de vapor por el agua caliente y suspiraste.

Que ocurrirá cuando acabe mi tiempo aquí?

Y si ellos vuelven y les hacen más daño?

Eso sería horrible para ellos... No puedo dejar que eso pase...

Y si llamo a la Policía?

Ocurrirá algo por ambos ser mayores de edad y estar en la casa de sus padres? Darán vuelta los sucesos? Y si los señores Itadori llegan a mentir?

Demasiadas preguntas pasaban por tu mente, irritada aguantaste la respiracion y sumergiste tu cabeza en el agua, no queriendo pensar en nada más que el agua en tu piel.

Saliste para tomar un respiro, ya sólo estabas haciendo tiempo en la bañera, con el pasar de los minutos el agua se iba enfriando cada vez más, así que decidiste salir en no mucho más.

Tomaste una toalla para secarte y viste de reojo unas prendas que había en una banqueta.

Ladeaste la cabeza al verla, no recordando haberla puesto ahí, y viste una nota al lado de la misma.

"Nosotros mismos elegimos la ropa!
Espero que te guste! :)

Yuji - ❤"

Sonreiste un poco por la nota, esta causandote ternura.

Tomaste la camisa para verla mejor, y notaste debajo de las prendas, ropa interior, junto con otra nota.

"Espero te sea cómodo, Yuji me mandó a mi a elegir esto, a él le daba vergüenza.

- Sukuna"

-"O sea que cuando me robaron las bragas..." te quedaste pensativa respecto a eso y no quisiste pensar mucho más en ese suceso anterior

Tomaste la ropa y te vestiste, sonriendo gustosa por lo fresca que te sentías ahora.

Saliste del baño y viste una nota pegada frente a la puerta del mismo.

"Te esperamos en tu cuarto! :)"

Reiste levemente por eso y te dirigiste directamente allí.

-"Sorpresa! Cena en la cama!" Yuji dijo al verte entrar

-"Ya te estabas tardando" Sukuna agregó

Ambos estaban sentados, jugando a las cartas en el suelo, mientras que a un lado de ellos había unas bandejas de plata con tapas.

-"Lamento la tardanza" dijiste mientras te sentaste en la cama, ellos no tardando en trepar a la misma "Y qué han preparado de delicioso?"

-"Espaguetis!" Yuji dijo enseguida

-"Yuji me pidió que lo haga" Sukuna dijo mirando a un lado tomando una bandeja para darle la suya a cada

-"Sabes cocinar?" preguntaste con cierta sorpresa

-"Cuando no tienes nada mejor que hacer que estar encerrado entre paredes... Observar es lo más interesante que puedes hacer... He visto cocinar a mamá por años, anotando todo lo que podía... Incluso leyendo libros... Papá me tenía piedad y me enseñó a leer" dijo mirandote

Sentiste mucha pena respecto a lo que dijo.

-"Comamos!" Yuji dijo de golpe rompiendo enseguida la tensión que se había generado

Asentiste y quitaste la tapa de plata de la bandeja, notando el vapor del plato el cual aún seguía caliente.

Probaste y enseguida le diste una sonrisa a Sukuna, haciendo que aparezca un leve sonrojo en sus mejillas por tu gesto.

-"Está delicioso!" le dijiste

Él te sonrió, derretido por tus palabras.

Luego de comer juntos en la cama, ellos se encargaron de llevar todo a la cocina e incluso lavar. Para luego regresar a tu cuarto y acostatse a tus lados.

-"Buenas noches" Sukuna empezó dejando un beso en tu mejilla

-"Dulces sueños" Yuji continuó besando tu mandíbula

Te sonrojaste recibiendo suaves y repetidos besos de parte de ambos en todo tu rostro, algunos escapandose incluso a tu cuello.

-"Y-ya es suficiente! Hora de dormir!" dijiste cubriendote con la manta

Yuji río levemente y se acurrucó a tu lado para dormir.

Sukuna te abrazó y se acercó a ti susurrando.

-"Te queremos toda para nosotros..."

Fueron sus últimas palabras antes de acomodarse en tu hombro y dormir.

De alguna manera, otra vez te sentías en cierto peligro.