Capítulo 15

685 55 5
                                    

Hola! Vuelvo a subir el capítulo porque cometí tremendo error, en esta historia Eugenia es la novia del Chino no Úrsula.. Cosas que pasan cuando escribís dos novelas al mismo tiempo... Jajaja
Ahora sí pueden continuar.
—————-

Cuando el Domingo llegó me puse aún más nerviosa porque tuve un almuerzo con mis papás y los de Benjamín, celebramos nuestro compromiso con un asado, bridamos con champagne y nos pusimos a hablar de todo nuestro recorrido juntos como pareja hasta este presente, me costó mucho no mostrarme rara, aunque la realidad era que la culpa estaba taladrándome la cabeza, haciendo mucho ruido ahí adentro.

El Lunes me desperté muy temprano para ir a buscarlo a Peter, él me sonrió y esta vez se comportó, besó mi mejilla y aceleré el auto, manejé hasta donde él iba a tener sus prácticas y me senté en una grada, por suerte no estuve sola, estaba Candela, Eugenia y la actriz Úrsula Corberó, la ex española del Chino, por suerte las chicas se llevan bien con ella, no hay rivalidades, nada de eso, todas son amigas, es por eso que ella decidió venir a ver el entrenamiento en su paso fugaz por Argentina.
-Ella es Mariana, Lali-Candela me la presentó, Úrsula me sonrió.
-Un gusto, soy Úrsula, como el pulpa malo de La Sirenita-ella esbozó una sonrisa y se rió- ¿sos la novia de alguno?
-Nn.. No-negué con la cabeza- solo la mano derecha de Peter, y en parte su chofer..
-Lanzani eh-ella elevó sus cejas- igual, cuidado con él..
-Ya todo el mundo me lo advirtió-solté un suspiro- hasta él sabe que me advirtieron, pero eso no quita el que siga trabajando en intentar que yo caiga en sus redes, pero estoy muy lejos de eso.. Me comprometí la semana pasada.. Ay perdón que te conté mis problemas
Ella me sonrió.
-No pasa nada, y sí.. Peter es persuasivo, pero pareces una chica lista, vas a saber como llevarlo-ella asintió con la cabeza.
Dejamos de hablar para verlos entrenar a los hombres de la selección argentina, me quedé admirándolos, tenían talento con la pelota, eran fuertes, rápidos.
Peter se puso a practicar los goles y cuando metió uno volteó su cabeza para mirarme y guiñarme un ojo.
Sí que no tiene remedio, solté un suspiro y dejé de mirarlo puntualmente a él, estuvo haciéndome caras durante todo el entrenamiento.
Esperé afuera del vestuario a que se diera una ducha.
-¿Almorzamos todos?-Eugenia lo sugirió y todos se prendieron.
Nos quedamos a comer asado en el club, compartimos un momento agradable, los hombres no paraban de reírse por distintas cosas, junto a las chicas hablamos de otros temas que nos interesaban más.
-Nos sentamos en parejas sin darnos cuenta-Candela hizo esa observación, se rió.
-Peter no es mi..-iba a hablar.
-Sos mi pareja en este momento, bueno, mi compañera-Peter me interrumpió.
-¿Siempre te metes en las conversaciones ajenas?-elevé mis cejas mirándolo.
-Estas sentada al lado mío, es imposible que no escuche la conversación que están teniendo.. Guarda con hablar mal de nosotros-Peter miró a los ojos a cada una de las chicas, cuando me miró a mi me desafió con su mirada, elevó sus cejas y me distraje mirando por un segundo su boca, él me sonrió.
-¿Vamos a caminar? Recorrer todo el parque verde y lindo..-Eugenia cambió de tema y le seguí los pasos para distraerme, cuando nos alejamos un poco ella me miró a los ojos- boluda querías besarlo
-Es que es... Es una persona imposible, sabe muy bien que me esta provocando, me siento una mierda porque al fin de cuentas lo logra.. Pero no, él no va a jugar conmigo.. Pienso ser una persona profesional y solo trabajar para él..-tomé aire y solté un suspiro.
-Él siempre tiene lo que quiere, y por lo visto a vos te quiere-Úrsula nos interrumpió- cuida tu corazoncito puro y bello
Ella se acercó para darme un abrazo.. ¿Ya estaba consolándome?
Caminé con las chicas hablando de otras cosas, cuando volvimos donde estaban los chicos Peter ya estaba de pie dispuesto a irse.
-¿Nos vamos?-lo miré a los ojos y él asintió con la cabeza- genial
Saludé a cada uno y nos alejamos hasta subirnos nuevamente al auto, cuando salimos del club se nos abalanzó una ola de paparazzis y noteros de distintos canales de televisión, en tan solo cinco minutos nos hicieron miles de preguntas, subí la ventana para evitar escucharlos.
-¿Tu vida es siempre así?-suspiré aliviada cuando los perdimos de vista.
-Sí.. Suele ser así..-asintió con la cabeza.
Miré hacia adelante e intenté concentrarme en manejar.
-¿A donde vamos ahora? Ya terminaste de entrenar por hoy, tenes tiempo para hacer otras cosas..
-¿Alguna sugerencia?-él se rió-seguro tenes algún plan en la cabeza, ¿queres que tengamos nuestra primera cita?
Eso fue suficiente para que frene el auto apartándome de los además.
-No juegues.. No quiero jugar, no quiero ser parte de tu juego-lo miré firmemente a los ojos, él elevó sus cejas prestándome atención.
-¿Qué te hace creer que sos un juego? ¿Acaso te demostré eso con mis acciones? Ahora quién esta conmigo no es otra persona, sos vos, Mariana.. Lali..-me miró la boca y eso me tentó demasiado.
Me desconocí cuando me abalancé a sus labios y lo besé, esta vez sí, estaba hambrienta por más.
Bruscamente me separé de él, me sonrió, sonrió sobre mi boca y se le achinaron los ojos, ese simple gesto me pareció algo adorable, fue un gesto sincero, para nada fingido.
-¿Te llevo a tu casa o pensas que te lleve a otro lado?-cambié de tema como si hubiese pasado nada.
Peter se rió al notar lo que estaba haciendo.
-Llevame a donde quieras..
Él se estiró apoyándose sobre el respaldo, me dio la libertar de llevarlo a donde quiera, pero terminé haciendo lo que tenía que hacer para no seguir fallándome a mi misma, lo dejé en la puerta de su casa, Peter elevó sus cejas.
-¿Queres tener sexo furioso? ¡Me lo hubieses dicho desde el principio! Yo también quiero..
Puse mi mano sobre su boca.
-No.. No Peter, tenes que parar.. Pará de incomodarme todo el tiempo.. Yo acepté este trabajo porque todos pasó por casualidad y porque sí, admiro tu carrera desde hace mucho tiempo-suspiré- pero no quiero involucrarme en el área personal.. No puedo..
-¿No queres o no podes?-me miró a los ojos- sé que queres.. Veo tus ojos y logro leerlos.. Tu cuerpo también habla.. Estas nerviosa ahora mismo.. Vos sabes que queres que estemos los dos juntos en mi cama ahora mismo...
-¿Nunca te cansas de insistir?-destrabé la puerta para que se fuera.
Él se alejó de mi, cuando iba a irme puse en marcha el motor y Peter se puso enfrente mío,
-¡Tarado! ¡Por poco te piso!-me molesté.
Bajé de mi auto para regañarlo cara a cara y Peter me levantó del suelo cargándome entre sus brazos, abrí la puerta y me dejó contra la pared dando rienda suelta a un nuevo beso, furiosa lo abracé por el cuello, quería alejarlo, pero no podía, no podía parar.
Lo despeiné sin dejar sus labios, él llevó lo suyos a mi cuello y se me erizó la piel.
Terminé tirando de su ropa hasta sacársela por completo, Peter hizo lo mismo conmigo y terminó sobre mi, me agarró de las manos y sentí una ola de placer.
Dejé de pensar para disfrutar del momento, me dejé ser, me transformé en otra persona, una atrevida, sensual, pasional.
-Sos una fiera-Peter me lo susurró sobra la boca y se rió, hizo una caricia sobre mi cara y me pareció un gesto demasiado dulce para una persona que solo busca acostarse con otra, era un gesto muy íntimo.
Juan Pedro se quedó acariciando mi espalda después de esconder su cara en mi cuello, me dejó varios besitos e inevitablemente cerré mis ojos.
¿Puede ser algo tan incorrectamente correcto?
Cuando abrí mis ojos y dejé de sentir sus caricias volví a la realidad.
-Yo.. Mejor me voy...-me puse de pie sintiéndome vergonzosa, busqué cada prenda de ropa que estaba por toda la habitación, me cambié entrando en un baño.
Peter no se gastó en retenerme, me abrió la puerta, cuando iba a irme de último momento me atrajo hacia su cuerpo para besarme una última vez.
Me solté de su agarre e inmediatamente puse en marcha mi auto.
Al llegar a mi departamento me desplomé en el sillón, me puse a llorar sin entender porqué, no entendía lo que estaba pasándome, me transforme en lo que siempre juré destruir, decía una cosa y hacía otra.
Pequé, otra vez, y me gustó, mucho, demasiado.

Sin querer queriendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora