Capítulo 30: Parte 1

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Hola!! Como todos ustedes saben suelo terminar en los capítulos 30, pero esta vez va a haber una segunda parte de éste mismo, espero que sigan disfrutando de esta historia que ya se termina.
Martina.
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Llegó el capítulo final de la Copa del Mundo, hoy jugaba Argentina-Brasil, un clásico donde la tensión aumentaba y aumentaba en el aire.
Yo estaba completamente alterada, en parte por el partido y en parte por las hormonas.
Juan Pedro salió a la cancha junto a todo el equipo, con las chicas llevábamos puestas las camisetas celeste y blanca, estábamos listas para el momento.
La hinchada alentaba al equipo, el partido empezó siendo muy parejo, primero un gol de Argentina hecho por Agustín y después un gol de Brasil, estaba por terminar el primer tiempo cuando el Chino metió otro gol, lo celebré gritando.
Cuando llegó el primer tiempo tuve que tomar algo porque se me había secado la garganta, me agarró hambre y me puse a comer unas galletitas que había traído.
-¿Quieren?-las miré a las chicas que estaban mirándome divertidas-¿qué?
-Que te aumentó el apetito-Eugenia me lo dijo como si fuera obvio- solo recordá comer cosas más sanas
-Obvio, estoy trabajando en eso, ayer tuve turno con el nutricionista y me hizo una lista de cosas que sí o sí tengo que comer de acuerdo a mis gustos, galletitas puedo comer pero pocas-solté un suspiro y llevé una mano a mi panza aún inexistente.
Hoy era un día muy especial, Peter solo se quedaba hoy por la noche, mañana mismo tenía que volver.

Finalmente el segundo tiempo empezó y otra vez reinó el clima de tensión, Brasil metió otro gol, la cosa estaba muy peleada, cuando el partido estaba por terminar después en los minutos complementarios Peter pateó la pelota y entro en el arco.
-¡GOL!-gritamos junto a las chicas, todo el estadio fue una fiesta cuando el árbitro tocó el silbato dando por finalizado el juego.
Me apresuré a bajar las escaleras para ver todo de más cerca, los vi a todos los jugadores celebrar, abrazados, saltando, ahora era un clima de pura alegría.
Saqué fotos con mi celular estando completamente emocionada, entonces Peter me vio, me hizo señas para que me acercara, fui corriendo y nos dimos un abrazo fuerte, ambos estábamos emocionados, cuando estábamos un poco apartados agarró mi cara entre sus manos y me besó, no le importó nada, ni los camarógrafos, los periodistas, la gente, estuvimos un rato así y le sonreí.
-¡Anda con tus compañeros!-le hice señas para que se alejara y él me regaló una sonrisa enorme.
Me alejé y las vi a las chicas también saludando a sus novios, yo me puse a llorar de la felicidad, malditas hormonas.

Los chicos no dejaban de celebrar, empezó la entrega de medallas y finalmente el trofeo tan deseado, tan soñado, no solo para los jugadores, para todo un país.
Miles de fotógrafos captaron el momento de emoción.
Tuve que esperar que todos los chicos salgan del vestuario, un micro los pasearía por gran parte de la ciudad.
-Vos venís conmigo..-Peter me tendió su brazo y me agarró la mano.
Una vez en el micro todo fue una fiesta, se formó una caravana que iba escoltándonos, todos gritaban, aplaudían, tocaban el vehículo como si estuviese bendecido.
Trago de cerveza va, trago de cerveza viene todos estaban también alegres por el alcohol corriendo en sangre, cuando llegamos a la casa de Peter fue a la 1 AM, una persona estaba terminando de llevar el asado a la mesa, brindamos, yo con limonada y celebramos hasta las cuatro de la mañana, cuando creí que el día iba a terminar eso no pasó.
Juan Pedro me hizo caricias en la cara con una de sus manos, estaba sonriente, luminoso.
-¿Acaso tenes energías?-elevé mis cejas coqueta, la realidad era que tenía sueño, pero no bastó mucho para que me encendiera, solo unos besos en el cuello.
Eran mis últimas horas con Peter, así que me aproveché de eso, dimos rienda suelta a la pasión, recorrí su cuerpo con mis manos para tratar de grabar en mi mente el momento.
Besó dulcemente mi frente y nos quedamos mirándonos a los ojos.
-¿Qué vamos a hacer Lali?-me miró preocupado, le hice una caricia suave en la cara y suspiré.
-Seguir con la vida Peter.. Como siempre hicimos, seguir con la vida..-rocé mi nariz con la suya.
Entrelazamos nuestras manos y cuando me apoyé sobre su pecho sentí a su corazón, eso me trajo algo de paz en medio de un momento tierno y al mismo tiempo agridulce, agridulce porque íbamos a continuar como la vida como si nada hubiese pasado

Solo dormimos tres horas, Peter se puso de pie después de besar mis labios, lo vi sentado en el borde de la cama sin saber que hacer.
Agarró uno de sus bolsos y metió las últimas cosas que le faltaban, el resto estaba todo guardado en las valijas.
Aún con cansancio caminé hasta un sector de la casa y lo agarré, a mi regalo, me había llevado varios días pensar que hacer.
-Te hice esto... Es para vos..
Peter se quedó mirándolo y después me miró a los ojos, los suyos se llevaron de lágrimas, se emocionó, me abrazó levantándome del suelo, me sonrió.
-Nos pintaste.. En la pintura estas vos sentada en el auto, yo atrás pensando que vos eras mi mano derecha.. Nos pintaste en el primer día en el que nos conocimos..-se quedó sorprendido.
-¿Viste que me dijiste que mi escultura "Despedida predecible" era triste?-elevé mis cejas, él asintió con la cabeza- el cuadro se llama "Sin querer queriendo"
-Sin querer queriendo-Peter repitió el título y elevó sus cejas.
-Sin querer queriendo pasó lo insólito, se me presentó la oportunidad de mi vida, pude tenerte cerca, conocerte.. Y deconstruí la idea del Peter Lanzani que leí por mucho tiempo.. Yo.. Nunca te lo conté, pero siempre te admiré.. Jugabas al futbol en el mismo club en el que yo hacía patín artístico, te miraba entrenar.. Pero este solo es un dato de color-me reí nerviosa- sin querer queriendo.. Sin querer queriendo desarrollé sentimientos Peter..-la voz me tembló cundo finalmente revelé el mayor secreto que llevaba guardando desde hace un tiempo, no había querido asumirlo, pero como quién no quiere la cosa terminó pasándome.
-¿Estás diciéndome que te enamoraste de mi?-Peter levantó mi cara agarrándome de mi barbilla para que nuevamente nos miráramos a los ojos, completamente nerviosa asentí con la cabeza-sos tan linda Mariana-buscó mi boca ansiosamente con la suya, me separé agitada, nuestras frentes se quedaron apoyadas- yo... Toda la vida fui un tarado que no se dio la oportunidad de sentir.. Creí que mostrarme vulnerable y desnudarme desde lo emocional junto a otra persona iba a ser algo malo, tenía miedo de enamorarme y perder a la mujer de mi vida así como mi papá perdió a mi mamá , por años creí que estaba condenado a ser como él.. Pero elijo no seguir ese mismo destino...-me hizo una caricia en una de mis mejillas sin dejar mirarme- caí en tu hechizo Lali Espósito... Me enamoré de vos.. Y te acepto de todas las maneras que uno puede aceptar al otro.. Te aceptó a vos.. Y a vos...-también acarició mi panza.
Mis ojos estaban conteniendo las lágrimas que se terminaron cayendo por mis mejillas.
Nos dimos un abrazo fuerte y cuando nos apartamos nos besamos, lo abracé por el cuello.
-¿Vamos a vernos de nuevo?-le pregunté después de que me bese la punta de la nariz.
-Obvio La...-asintió con la cabeza.
Llegó el momento de ir hacia la terminal de aviones, Peter hizo los trámites y alrededor había miles de fanáticos, pero él les pidió que por favor se aparten porque quería estar un tiempo más a solas conmigo.
Nos quedamos abrazados sin que nos importe el resto del mundo, no quería soltarlo, pero cuando se hizo la hora lo besé por última vez, él me miró a los ojos y deseé que una parte mía pudiera desprenderse para irse con él.
Después de que el avión de Peter despegara me fui a mi pequeño departamento, noté que no solo me empecé a sentir mal del ánimo por la tristeza, empecé a sentir un dolor abdominal fuerte, instintivamente corrí al baño y lo vi, estaba perdiendo sangre, otra vez viajé a los recuerdos del pasado, lo primero que hice fue llamar a mi mamá en pleno estado de nerviosismo y llanto, traté de regularizar mi respiración y mi estrés para no hacerle mal a mi bebé, tenía que aguantar, resistir, mi bebé tenía que resistir, era el fruto de mi verdadero amor, lo quería cuidar, mi amor el que estaba lejos volando por el aire.

CONTINUARA...

Sin querer queriendoWhere stories live. Discover now