𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 // 𝐂𝐇𝐑𝐈𝐒 𝐄𝐕𝐀𝐍𝐒 𝐈𝐈𝐈

09

||ARI LEVINSON||

Advertencia: contenido +18 explicito y lenguaje inapropiado.

Ari suspiro al revisar los papeles que Rachel le había traído, inclinó su cabeza levemente hacia atrás, entrrcerro sus ojos está muy cansado y sobre todo por la noche que pasó.

En eso entraste a la oficina de tu novio, miraste como se estaba quedando dormido, reíste, entraste por completo a la oficina y cerraste con seguro, caminaste hacía él, Ari abrió sus ojos y te miro con una carpeta en las manos.

—Hola cielo —te saludo, palmeó su muslo, te acercaste más a él y te sentaste en su muslo dejando la carpeta en el escritorio de él—¿Cómo te a ido? —pregunta empezando a jugar con tu muslo desnudo.

—Bien y tú aún cansado por los Round de anoche —acarciaste la barba de tu novio y le dejaste un casto beso en la mejilla. Su risa salió más ronca de lo normal, haciendo que tus bragas se mojaran un poco, sus manos viajaron por debajo de tu falda y empezó a besar tu cuello.

—No estoy cansado, como lo estaría su hacerte el amor es mi único método de relajación —dijo, sintiendo tus bragas mojadas—. Veo que alguien más necesita relajarse —te miró pícaro, te sonrojaste y asientes con  timidez—. Eres tan tierna cielo —beso tus labios, creando un beso apasionado entre ambos, tus manos se fueron a su cuello, sentiste su barba provocando un pequeño cosquilleo, pero lo soportaste, Ari saco su mano de tu falda y la coloco en tu cintura, te ayudo a ponerte sobre el escritorio sin romper el beso hasta que ambos le faltó el aire.

—Señor Levinson —lo llamaste, haciendo que se pusiera duro más de lo que ya estaba—. Y-yo... Yo lo necesito —soltaste un leve jade, mientras mirabas a Ari quitarse su chaqueta de cuero café.

—Tan rápido quieres que te llene bebé —nuevamente tu sonrojo de hizo presente, haciendo que soltara una risita ronca—. Ten paciencia cielo —fue lo único que dijo antes de arrancar tu falda, lo miraste mal y este te dio una media sonrisa, Ari abrió tus piernas y empezó a abajar tus bragas dejando varias besos por tu muslo—. Relájate un poco bebé —asientes con la cabeza y dejas caer tu cuerpo sobre el escritorio por completo.

Sentiste como el aliento de Ari golpeaba tu centro húmedo, mordiste tu labio para reprimir un jadeo, después sentiste como empezaba a lamber tu clítoris como si de una paleta se tratase, suspiraste sintiendo tu corazón acelerarse y una sensación agradable, Ari empezó a aumentar su velocidad a este punto no aguantaste un jadeo, el castaño se éxito al escucharte y empezó a devorar tu coño, moviste tus caderas sobre su rostro para intensificar la sensación, Ari tenía una sonrisa arrogante en sus labios al ver lo ansiosa qué estás.

—¡Ari estoy cerca! —gemiste en un tono de voz moderado, con la reparación agitada, con el corazón latiendo al mil por hora.

—¿Quieres correrte en mi polla o en mi boca bebé? Decide —se separó un poco de ti, te miro sonrojada de las mejillas con los ojos llorosos y necesitados.