DICHOTOMY (En reestructuración).

Capítulo 17 - Scarlet.

Patriarca resuena a las afueras del muelle, un silencio se anida a su alrededor, no hay ni una sola luz encendida. Matt siente un burbujeo en su estómago.

Su pisada sobre el suelo ha sido imperceptible, camina con lentitud, pero atento. Por pura inercia empuña su mano, de inmediato se torna de un color morado, deja caer escarchas al suelo y va formando una daga de hielo.

Camina por el puente metálico, evita prender las luces, pero es un olor a putrefacción que rompe su concentración.

Junto al pequeño escritorio, están sus compañeros sentados sin ningún movimiento. Una luz amarilla alumbra tenuemente el lugar.

El olor se intensifica.

—¿Chicos? —pregunta con voz cortada; no hay respuesta.

Se acerca con horror, su semblante ya es de tristeza. Poco a poco encoje sus cejas, tiene un nudo en la garganta, tiene nervios en el estómago y un vacío en su pecho. Su respiración se vuelve agitada, hasta se podría decir que es apretada.

Matt posa su mano izquierda en el hombro de Chosen, un frío se extiende por todo su brazo. Armándose de valor, se coloca frente a ellos.

Ha sentido un estruendo por todo su cuerpo, se está desarmando sin compasión.

Todos sus amigos carecen de rostro, están abiertos desde su cabeza hasta la pelvis, vacíos, sin sangre, no hay nervios ni músculos, no hay nada.

Se hinca, le han arrebatado a su familia, la única que tenía. Empuja con fuerza sus codos hacia su estómago, quiere desprenderse del odio y el dolor, llora sin descontrol, pero no emite ni un ruido.

Se escucha un sonido carcomido, con el dolor en todo su cuerpo gatea hacia sus compañeros, tira de un golpe el escritorio. La lámpara se apaga al instante.

Los rayos de la luna entran por unas pequeñas ventanas, alumbran serenamente a los cuerpos ya fríos.

Se apoya en la silla de Chosen y observa, son larvas, gusanos de todos los tamaños, los han puesto a propósito en el hueco de sus cuerpos, provocando el olor fétido. Parece que han comido las vísceras de sus compañeros y hubieran vomitado dentro de ellos.

Coloca sus manos en su cabeza y se tira a los pies de su capitán, llora y se cuestiona tantas cosas. ¿Por qué? ¿Por qué ellos? ¿Qué hicieron? ¿Por qué tuvo que irse del muelle? Si tan solo se hubiera quedado allí.

Matt siente las horas pasar, pero son solo minutos transcurridos.

En la pared, en aquel hermoso mural destruido, escrito con sangre, hay una frase: "Aquí duermen los cobardes. Corre pequeño Matt, corre muy lejos".

Se levanta con brusquedad, todo a su alrededor da vueltas, corre, o es lo que trata, se dirige a la puerta por el puente de metal, siente asco, siente vértigo, vomita, pero no se detiene.