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—¿Tienes algo mejor en mente? — pregunté — mira, será rápido. Tomaré el tren de ida y de regreso, no tardaré

—Eso dices y siempre que vas al campus regresas bien tarde

—Pero ésta vez tengo compromiso con ustedes así que no lo haré — sonreí mientras tomaba mis cosas — además, pedí permiso en el café

—Que milagro

—Lo sé — caminé hasta la puerta — nos vemos más tarde

—Vale, cuídate

Salí del departamento para después tomar el elevador y salir del edificio.

Saqué mis audífonos y empezé a caminar rumbo a la estación.
Mis planes del día eran, ir a clases, después de eso regresar al departamento e ir de fiesta con mis amigas.

Bajé los escalones del metro y esperé hasta que llegaste el tren.
Minutos después llegó, entré y me fui hasta la esquina ya que había mucha gente y sinceramente no me gustaba sentirme encerrada, por suerte no era hora pico, así que esperaba que no se juntara la demás gente.

Camila
Hey, ¿sabes si ya llegó el profesor?

Compañera Lily
No, no ha llegado
Compañera Lily
Está todo muy raro, no nos dejan salir, hay muchos policías afuera del campus

Camila
¿No será porque llegará el presidente?

Compañera Lily
No...es otra cosa, de repente la gente se empezó a poner loca

Fruncí el ceño para después apagar mi teléfono.

—¿De qué estará hablando? — susurré mientras volteaba a ver a los demás pasajeros, hasta que de repente el tren frenó

Si no hubiese sido porque me agarré de los tubos, quizás me hubiera caído al piso...me hubiera dado mucha vergüenza.

—¿Qué demonios está pasando? — oí a un señor de traje mientras se paraba de su asiento — llevo mucha prisa

Hice lo mismo, me paré y miré por la ventana, no se veía luz por ningún lado. Era claro que estábamos a mitad de las alcantarillas.

Suspiré

Llegaré tarde — pensé preocupada

Me volví a sentar y quizás duramos minutos así, hasta que otro señor había caído al piso, parecía que se estuviese ahogando.

Muchas personas se agacharon a ayudarlo, hasta que una mujer gritó.

Me recorrí del asiento algo asustada.

—¿Que demonios...? — susurré

—¡Corran! ¡Ese señor está loco! — gritó el mismo señor de traje

Tomé mi mochila con fuerza, ví como alguien se aventaba sobre otra persona para después morderla. Grité del miedo.

Simple Casualidad ❄︎Leon Kennedy❄︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora