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Después de caminar por aquél vagón, fuimos por la vías, hasta que vimos la estación del tren, donde justamente debí de haber llegado hace casi dos horas

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Después de caminar por aquél vagón, fuimos por la vías, hasta que vimos la estación del tren, donde justamente debí de haber llegado hace casi dos horas.

—Que silencio

—Trata de no hacer mucho ruido, no sabemos si estamos solos, no queremos pasar de nuevo lo ocurrido

Había vivido un infierno, algo le pasaba las personas y hasta los perros, todos estaban locos. Definitivamente no era mi día.

Leon subió el gran escalón, después él estiró la mano, para ayudarme, la acepté.

—Gracias — sonreí levemente

Me agradó su toque

Él sólo asintió.

—Hunnigan, ¿hay noticias de cómo está afuera?

Ví que él sacaba un teléfono, y después empezó a hablar con alguien. Al parecer era una mujer.

—¿Leon? Pensé que te había perdido

—Aquí me tienes — comentó para después mirarme levemente — Helena escapó pero hallé una superviviente, necesitamos un refugio, no creo que las alcantarillas sea un buen lugar

—¿Helena escapó?

—Después me encargaré de ella, ¿puedes echar un vistazo afuera?

—Claro...al salir de la estación hay un callejón a mano derecha, ahí puede ser un buen refugio, mandaré a alguien en cuanto pueda

—Gracias Hunnigan, mantenme al tanto

—Claro, suerte Leon

Después, él colgó y me miró.

—Así que te llamas Leon — comenté inocentemente

—Que observadora — susurró — ¿ves aquella compuerta?

—Sí

—Saldremos por ahí, puede que afuera no sea tan seguro pero tan sólo haz lo que te pida, ¿de acuerdo?

—S-sí

No lo negaba estaba aterrada del miedo.

Leon caminó hasta la compuerta y apretó el botón.
No sabía qué esperar afuera pero tan sólo tenía que hacer lo que él me pidiese y estaría bien.
Se abrió y salieron varios "zombies" de ahí, Leon, como todo un personaje, les disparó en la cabeza, cayendo al instante.

Estaba sorprendida un poco. Sí. Es decir, ya mi había visto en acción antes pero ese hombre no dejaba de hacer casa cosa que enserio no podía dejar de sorprenderme.

—Vamos — comentó alarmado

Subimos las escaleras que daban al lugar de la compra de boletos

—Ay, se me antojó una soda — comenté mientras veía la caja expendedora

Tenía muchas cosas.

—Ahora no es tiempo de comer, Camila — lo miré — ¿lista para salir afuera?

Simple Casualidad ❄︎Leon Kennedy❄︎Onde histórias criam vida. Descubra agora