Dancing in the dark

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When the rain is blowing in your face

And the whole world is on your case

I could offer you a warm embrace

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Sencillamente, era demasiado para ella.

Sin el tempad, sin plan de respaldo y con la inminente destrucción de Lamentis-1, tuvo que reconocer que este sería su fin.

Podía ver la ironía, desde luego, pero ni siquiera podía soltar una risa amarga. Se limitó a sentarse en una roca, viendo los asteroides que impactaban contra el suelo. Al menos la vista era increíble. Incluso en ese caos podía encontrar belleza.

Loki se acercó en silencio, indeciso, pero Sylvie no tenía ganas de discutir. No mientras escuchaba los gritos en la ciudad y sentía bajo sus pies los temblores que provocaba cada meteorito al impactar.

—Perdóname —Pidió su variante y Sylvie pudo sentir la sinceridad que hacía pesada esa palabra. De cualquier forma, no podía decirle que lo perdonaba y tampoco tenía deseos de rehusarse. Simplemente estaba muy cansada para todo esto.

Quería cerrar los ojos y esperar el fin, pero su corazón latía con violencia, pidiendo que huyera. Rogando una oportunidad más de sobrevivir.

La mirada intensa de Loki sobre ella llevaba algo más que arrepentimiento o culpa, parecía que insistía en reconocerla. En notarla.

Sylvie estaba acostumbrada a pasar desapercibida, se movía entre las sombras. El cambio se sentía extraño, pero -de alguna manera- agradable. Sintió deseos de escuchar su historia, de contarle la de ella. Aunque fuera sólo para sentirse acompañada y no sucumbir a la desesperación.

El peso de todos esos años incubando su soledad cayó sobre su espalda de forma aplastante.

—Aún recuerdo Asgard... —Murmuró, capturando la atención de su compañero. Entonces todo fluyó más fácil, le habló de lo poco que recordaba, de lo joven que era cuando la AVT la hizo prisionera, cómo huyó y cómo descubrió que los únicos lugares en los que se encontraba a salvo eran precisamente los apocalipsis como este.

Había una pregunta rondando en su cabeza, quería saber si esta tendencia al fracaso era lo que la convertía en una Loki, ¿realmente su lugar en el universo era ser aplastada una y otra vez?

Quiso preguntarle, pero en el último momento desistió de ello. Le pareció un último pensamiento muy deprimente y no quería que se convirtieran en sus famosas "últimas palabras".

Aunque... Nadie se enteraría de todos modos.

Loki esperó, paciente, por si quería continuar, pero en vista de que no lo hizo, buscó algo para decirle. La vio estremecerse cuando un meteorito cayó relativamente cerca y decidió que lo menos que podía hacer era distraerla, para que no pasara sus últimos momentos aterrorizada como el resto de los habitantes de Lamentis.

— ¿Qué era lo que más te gustaba? De Asgard... Lo que mejor recuerdas.

Sylvie consiguió forzar una sonrisa lánguida.

—La música, supongo. Mi madre cantaba todo el tiempo, a veces me invitaba a bailar, pero siempre le decía que no —Le dirigió una mirada extraña—. En el tren... Debí detenerte cuando desperté y te encontré haciendo un desastre.

Loki dirigió su vista hacia otro lado, creyendo que lo que vendría era otro grito o un reproche amargo. Cualquiera de las dos cosas, la aceptaría, porque creía merecerlo.

En lugar de ello, la escuchó reír.

—No lo hice porque no había escuchado una canción asgardiana desde hacía siglos —Confesó cruzando las manos sobre su propio regazo, sumida en sus pensamientos—. Estaba preocupada, sí, pero... conocía esa canción y quería recordarla.

Su voz se extinguió lentamente y se encogió sobre sí misma, luciendo más pequeña que nunca.

Loki extendió una mano hacia ella, sorprendiéndola.

—Ven, no voy a hacerte daño.

La rubia dudó y examinó largamente su rostro, como si quiera averiguar sus verdaderas intenciones con esa mirada. Al final, aceptó su mano y se puso en pie, imitándole.

Loki utilizó su magia para crear una ilusión, disfrazando los asteroides como brillantes estrellas fugaces, a lo lejos y revistió las ruinas para darle el aspecto de una ciudad que no estaba al borde del colapso.

— ¿Qué estás haciendo?

—No tengo idea —Admitió Loki tirando de ella con inusitada suavidad y tratando de hacerla girar sobre su eje. Sylvie se puso rígida.

—No me gusta bailar.

— ¿Porqué no?

—Es que... No sé cómo... —Intentó soltarse, pero él no se lo permitió al acercarla un poco más contra su pecho, firme, pero sin lastimarla.

—Sólo mueve tu cuerpo... —Susurró contra su oído al tiempo que apoyaba la mano libre en su estrecha cintura, enviando un escalofrío por la espina dorsal de la rubia—. En realidad, no importa cómo.

Sylvie sintió que se deslizaba, aunque físicamente no se había movido ni un centímetro. Quiso atribuirlo a las alteraciones gravitacionales del planeta.

—No hay música...

Loki se rió en voz baja.

—Está bien, yo puedo hacer la música —Sin embargo, en lugar de conjurarla, como Sylvie creyó que haría, empezó a tararear una melodía que agitó las nebulosas memorias de Sylvie. Eso la ayudó a tranquilizarse.

Siguió a Loki, al ritmo en que se balanceaba, guiándola, aunque sus movimientos eran torpes y trémulos.

—Lo haces bien.

—Mentiroso.

Alzó la cabeza encontrándose con sus ojos casi cariñosos y la agitación en su pecho esta vez no tuvo que ver con el miedo. Le sonrió, ajena a la conexión que habían desarrollado y las repercusiones que tendría sobre la línea del tiempo. Sobre la existencia misma.

Por primera vez, Sylvie cerró los ojos y siguió bailando en la oscuridad.

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⋆͙.ེ ˖ ࣪ ゛

Día ocho: Baile lento.

N/A:

Un poco de canon divergente, ya hacia falta.

Pensé que terminaría a tiempo, pero estaba agotada. Y, bueno, ahora que perdí mi racha de actualizaciones diarias, me siento un poco desmotivada :(

Snuggle moments [Sylki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora