Si supieras... Lo que pienso

Desde ahora...

Si supieras...

Me da gracia verte pellizcarte el brazo repetidas veces.

_ Deja de hacer eso_ digo sujetando tu mano.

_ Necesito saber si es verdad_  respondes.

_ Claro que es verdad.

Te entiendo porque para mí, también es muy extraño. 

Siento que estoy mirando una película, que esto le sucede a alguien más.

Pero somos vos y yo, nosotros, que acabamos de abrir nuestros corazones, que acabamos de ser valientes y decirnos: Te quiero.

_ Todavía no lo creo. ¿Seguro me quieres?_ preguntas con una tierna expresión en el rostro.

_ Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero... _ y lo diría mil veces más hasta que te convencieras.

Sueltas una risa que me llega hasta el alma.

_ Bien, ya entendí_ dices para que me detenga.

Me da tanta ternura tu expresión que te abrazo con fuerza.

Mi chica rara, mi mejor amiga y... ¿Y ahora que?

Supongo que debo pasar al siguiente nivel.

¿Debería esperar unos días o preguntarte ahora si quieres ser mi novia?

¿Será muy apresurado? ¿Creerás que te estoy presionando para que aceptes?

¿Debería esperar a invitarte a una cita especial y proponértelo como en las películas?

_ Tengo que irme_ susurras acurrucada entre mis brazos.

_ No, no quiero.

De verdad no quiero separarme ni un minuto de tu lado.

_ Mi mamá debe estar preocupada, es tarde.

Sé que tienes razón. No quiero que tengas problema con tu madre por mi culpa.

Quiero comenzar algo serio y quiero hacer las cosas bien.

Te suelto despacio y me alejo.

_ Vamos.

Comenzamos a caminar de la mano hacia tu casa.

Estás nerviosa, preocupada.

 Puedo leer el desconcierto en tu rostro.

<¿Qué te sucede?> 

Tienes esa arruga en la frente que siempre se forma cuando algo te preocupa.

Pienso que puedes estás dudando de mis verdaderos sentimientos, o de hasta donde llegaremos con esto.

Me detengo y te lo pregunto.

_ ¿Y ahora...? _ dices encogiendo tus hombros.

_ ¿Y ahora que?_ te pregunto como sin entender, aunque comprendo tu miedo. 

Marcia, Abril... mis historias pasadas no me ayudan demasiado.

Sueltas un suspiro y sonrío.

Si supieras que no es un juego.

Si supieras que desde ahora comienza un nosotros muy serio para mí.