esta historia anteriormente tenía una trama bastante parecida a la de ahorita, pero la he decidido cambiar, por lo cual, está editada. así que se recomienda leer desde el capítulo uno.
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un silencio incómodo se formó cuando kyūji se sentó en la mesa en la cual se encontraban dos chicos; un albino y un azabache.
—¿tú eres kyūji?
—efectivamente.
el azabache inspeccionó discretamente a kyūji con la mirada.
—¿tú eres hajime?
—efectivamente —repitió a tora, a lo cual esta dio una sonrisa sarcástica—. ¿qué querías de mí?
—dinero —dijo con simpleza.
—¿a cambio de?
—dinero.
—no tiene sentido —el albino habló.
kyūji se acercó a la mesa y puso sus manos en estas entrelazadas —voy a hacer una pandilla pero necesito dinero.
—eres tora, tienes dinero de sobra, ¿por qué te daría dinero?
—¿tora? ¿cómo tora kīkso? —preguntó el albino.
—precisamente. soy su hermana menor. ¿puedo saber quién es el acompañante de hajime?
el albino sabía que esa pregunta era directamente para él, así que contestó:— inui seishu.
—bueno, seishu, ¿conocías a mi hermano de algún lado?
—se podría decir que sí.
—volviendo al tema —koko habló—, ¿para qué necesitas dinero?
—¿tú crees que podría decirle a mis tíos que necesito dinero para una pandilla y que me dejen?
—¿tus padres?
—muertos.
—¿hermanos?
—se unirán a la pandilla; el único dinero que tenemos es el de nuestros tíos.
kokonoi suspiró —¿cómo sé que no me estafarás?
—te puedo dar mi número de ID, y todos mis datos.
—con el número de tu ID me basta. ¿qué harás para que consiga dinero?
—hablarle a personas que yo sé que necesitarían de tu servicio para hacer algunas cosas con las cuales ellos no quieren ensuciarse las manos. serán exclusivamente de la familia tora.
—acabas de decirme que ellos no se quieren meter en nada de pandillas.
—exacto, pandillas. pero sí hay algunos problemas en los cuales ninguno de ellos quieren ensuciarse las manos, y tú serías de gran ayuda, y hablamos de mas de cinco dígitos de pago.
—¿cuánto dinero quieres?
—depende mucho de cuantas personas se unan.
—oh, entonces no necesitarás nada de dinero.
—oh vamos koko —seishu habló—, es una tora. cuando la gente se dé cuenta que alguien de ese clan está haciendo una pandilla-
—que tres personas, mis dos hermanos también van.
—bueno, que tres personas del clan este haciendo una pandilla, la gente se volverá loca intentando entrar al clan.
—si acaso gente se mete a tu pandilla —kokonoi murmuró lo suficientemente alto para que los dos escucharan—, llámame. ya tienes mi número.
—¿solo tienes dos hermanos? —preguntó seishu.
—vivos sí, kīkso murió hace como tres años.
—¿kīkso murió?
—sí, dos semanas después de que shinichiro muriera. fue en un accidente automovilístico. el que chocó el carro salió ileso, pero mi hermano murió.
—oh vaya, no tenía idea —musitó inui.
—aquí tienen sus pedidos —se escuchó a un mesero entregando un café negro y un pastel a kokonoi e inui—¿usted va a pedir algo?
—un cheescake por favor —dijo kyūji con una sonrisa.
el mesero se fue y kokonoi miró mal a kyūji.
—¿qué?
—¿trajiste dinero?
—claro que no, tú lo pagarás —mentira, llevaba dinero de sobra.
kokonoi dio otro suspiro pesado —en fin, ¿ahora qué?
kyūji se encogió de hombros y esperó unos dos minutos para contestar —¿en qué año nacieron?
hajime entrelazo sus brazos, no estaba ahí para hacer amigos, y eso inui lo sabía. así que decidió contestar por él.
—yo en el 89 y él en el 90.
—¿eres menor que yo? —preguntó tora dirigida hacia kokonoi.
—¿a qué te refieres?
—yo nací el en 89.
—mmm ya. que bueno.
kyūji sonrió. le gustaba lo apático que podría ser hajime en esos momentos.
—dime hajime, ¿en qué fecha naciste?
—primero de abril.
—uy, un aries.
—¿en serio crees en esas cosas?
—claro que no, sé que todo eso es falso. eso es un mentira total. pero me da risa decir los signos de las personas.
—¿cuál es el mío? —preguntó inui— nací el dieciocho de octubre.
—uh, eres libra. y eres diez días mayor que yo. yo soy escorpio y nací el veintiocho de octubre.
—genial —dijo el albino con una sonrisa en su rostro.
—oh por dios, ya dejen de hablar de estupideces irreales.
kyūji rio levemente del comentario que había hecho kokonoi, oh sí, sabía que se llevaría bien con los dos.
