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¡Una semana!, una semana más había pasado y HyeSun estaba que se aburría de estar solo sentada en la cama sin poder moverse, el cuerpo ya no le dolía se sentía mucho mejor

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¡Una semana!, una semana más había pasado y HyeSun estaba que se aburría de estar solo sentada en la cama sin poder moverse, el cuerpo ya no le dolía se sentía mucho mejor. Gracias a la curación que le proporcionaba su cuerpo; y ahora que se encontraba despierta esta había trabajado de mejor forma ayudándole a curar lo que hacía falta, y a cicatrizar una que otra herida que no era muy notable. La que sabía que sin duda le quedaría marca seria la que tenía en su cintura.

Era de mañana la luz del sol podía colarse por la ventana del balcón de la habitación, la nieve ya no era tanta como al principio de la temporada, empezaba a sentirse calor por ciertos ratos y eso solo significaba una cosa; la primavera estaría apunto de llegar. Decidida a ya no estar ni un minuto más en aquella aburrida cama, quito las cobijas de sus piernas, y se sentó en la orilla, haciendo que sus pies casi tocaran la alfombra de la habitación. Con toda la fuerza que le permitían sus brazos en ese momento se dio un impulso que la hizo caer de bruces al piso. RagNulf quien se encontraba con ella se acercó rápidamente al escuchar el golpe.

— E-Estoy bien Nulfie no te preocupes —acaricio al lobo haciendo que se relajara, pues aquellos ojitos que le encantaban la miraban con preocupación

Este no muy convencido se quedó a su lado haciendo que se sostuviera de su pelaje, lo volvió a intentar ahora agarrando se con una mano del lobo y la otra de la orilla de la cama para poder pararse. Sus músculos se sentían entumidos pues no había caminado en.. ¿dos... tres semanas quizás? No lo sabia. Pero no sé quedaría en esa cama para siempre, necesitaba volver. 

Necesitaba noticias de su reino, su familia, su mejor amigo, de todo mundo; de los niños del orfanato, sus niños. Ahora que lo pensaba ya empezaba a tener las suficientes fuerzas, pero necesitaba comer, cazar, lo necesitaba. Ignorando en ese momento su sed, la puerta se dejó abrir de golpe dejando ver a un alfa preocupado.

— ¡¿Estás bien?! ¡¿Te duele algo?! —pregunto casi gritando al llegar. Cuando por fin pudo notar a la princesa fuera de la cama la miro con el rostro sin expresión alguna— ¿Qué haces fuera de la cama, HyeSun?

La susodicha lo miro sorprendida, ¿Desde cuando le había dado permiso que la llamara por su nombre?. Exacto en ningún momento, o bueno, no en uno que ella recuerde realmente.

— ¿Te hice una pregunta? —hablo de nuevo, sosteniéndole la mirada.

Y aquí vamos de nuevo con las miradas.

— Es algo que a ti, no te importa en lo absoluto. Ya estoy mejor, ya puedo moverme —iba a dar un paso pero volvió a falsear haciéndola caer de nuevo al suelo.

YunHo la miro con una sonrisa sacatona —¿segura, cervatillo?— río ante el propio apodo que el mismo le habia dado a la pelirrubia.

𝐅𝗼𝐫𝐛𝐢𝐝𝐝𝐞𝐧 𝐋𝗼𝐯𝐞| 𝗬𝗛; ateez ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora