LXV

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Por su lado, Yerim y JungEun no tuvieron mucho tiempo a solas para hablar, ya que tenían que cuidar tanto a Daniel como a Seulgi, y no hablarían de un tema privado con ellos dos allí.

Así que en cuanto las dos quedaron un poco alejadas del castaño y la pelirroja, JungEun intentó ser directa, pero sutil.

- Yeo está un poco rara- notó a Yerim fingir desinterés-. ¿Pasó algo?

Yerim la miró un momento, intentando mantener la expresión serena, pero la mirada de JungEun rompió su actuación en segundos.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, pero bajó la vista, parpadeando varias veces para intentar despejarse.

- YeoJin tiene una gran oportunidad, pero cree que no se la merece- musitó.

JungEun no sabía a qué se refería.

-¿Qué?

Yerim suspiró.

- YeoJin empezó un tratamiento que puede hacerla caminar otra vez- JungEun recordó cuando la chica le había contado de aquella sesión de terapia en una piscina-. Pero no cree que eso pueda ocurrir, no tiene fé en sí misma ni en el proceso y quiere dejarlo... Puede que hayamos levantado un poco la voz cuando intercambiamos ideas.

- ¿Qué hiciste? - JungEun estaba lista para golpearla si Yerim había dicho algo estúpido.

- Le dije que si seguía pensando así, tan negativamente, que si seguía sin creer en sí misma, nunca caminaría.

JungEun la miró unos segundos en silencio.

Estaba de acuerdo con su argumento, pero también sabía que Yerim no lo diría de forma tan calmada como se lo acababa de decir.

- ¿Qué dijo ella? - preguntó JungEun.

- Yo... No la escuché. Ella comenzó a llorar y no entendí lo que decía, yo sólo estaba muy enojada, y me fuí.

- ¿No la escuchaste? - JungEun sonaba molesta, Yerim se lo reafirmó, negando con la cabeza.

La rubia se molestó un poco más, ella sabía lo que era no ser escuchado. Y por un momento pensó si las cosas fueran distintas, si JinSoul fuera quien no podía caminar.

Eso fue suficiente para enfurecerla.

La rubia golpeó con fuerza el brazo de Yerim.

- ¡Jung-!

- ¡No! - la interrumpió-. No digas nada, no intentes defenderte, te lo mereces- suspiró con cansancio-. ¿No te disculpaste?

Yerim negó.

- ¡No, no! - se alejó al ver que JungEun iba a golpearla de nuevo-. No me disculpé, pero tengo razón, y lo sabes.

JungEun se detuvo un momento.

- Tengas razón o no, la única persona que puede decidir sobre ese tratamiento es YeoJin- JungEun habló más calmada-. No vas a convencerla sólo por gritarle que tiene que creer en sí misma y que debe seguir.

Yerim clavó la vista en el suelo.

- ¿Al menos sabes bien porqué ella no quiere seguirlo? No ese cuentito de que no cree lograrlo, debe haber algo más...

Yerim tardó un segundo en negar.

- No lo sabes porque no la escuchaste- declaró JungEun, haciéndola sentir peor-. Escucha.

La rubia se acercó a ella, haciendo que Yerim levantara la vista.

- Pídele perdón, y habla con ella, escúchala- la castaña asentía con cada consejo-. Y decida lo que decida, tienes que apoyarla, son pareja, pero no dueña de su vida, y si ella dice que no es no. Habla con ella decentemente, sin discutir.

Yerim se mordió el labio, aguantando unas lágrimas.

- A mí también me gustaría que YeoJin camine, en serio. Tal como quiero que JinSoul pueda hablar. Pero gritando no se resuelven las cosas- finalizó.

Se quedó un momento más, palmeó el hombro de Yerim para que volvieran con los otros dos, a terminar de encontrar cinco hojas de distintas plantas.

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ᴍᴜᴛᴇ [LipSoul]Where stories live. Discover now