𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐲 𝐃𝐨𝐬

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– es enserio, no puedo creerlo - comencé a llorar de alegría y comencé a acariciarme el vientre con tanto amor y cariño.

– y le dirás a Pennywise?

– no, aún no, quiero decirle esta noticia con algo especial

–  siendo así, no te quites la pulsera, protegerá tus pensamientos, no todos sólo los relacionados a tu embarazo y me da mucho gusto saber que estas de nuevo embarazada.

– bueno señora, muchas gracias, pero tengo que irme.

–no agradezcas lo hice con mucho gusto.,
cres que la otra semana puedas venir en la tarde de nuevo, quiero estar al pendiente de ti y de los bebés si tu me lo permites.

– claro que si - antes de irme me dieron unas ganas de abrazarla y a si lo hice.

En canino a casa fui pensando en mi embarazo y saben no me cabía tanta felicidad, no la podía creer, pero tenía que tranquilizarme.

Llegué a casa y antes de abrir la puerta Penny la abrió.

– hola Penny ya llegue, perdón por tardarme pero me quedé en el parque un rato y me compré un helado, pero ya estoy aquí.

–si tardaste un poco pero creo que te sirvió salir.

– por qué?

– no sé, te miras más bien que cuando te fuiste, tu cara está diferente, me encanta mirarte bien, por que si tu esta bien yo también lo estoy.

– si, me siento mejor, me siento feliz y más relajada.

Pase, cerré la puerta y fui directo a la cocina a tomar agua, tenía demasiada sed.

Mientras tomaba agua Penny me abrazo por detrás y muy lento fue bajando sus manos a mi vientre, me sentí un poco incomoda, no quería que supiera, no todavía.

Rápidamente le quite las manos y me las puse en los labios

– te quiero tanto Penny

– yo también mi pequeña

– ahora que recuerdo no le he arreglado la habitación a luz y mañana llega, tengo que ir

– espera

–que pasa?

– no te preocupes, eso ya está listo, la limpie y la puse en condiciones para que tu amiga se pueda quedar en ella

– hay amor gracias, y ahora que ya hiciste eso, voy a irme a dormir, no quieres venirte conmigo?

– si, vamos

Subimos ala habitación, nos acostamos y nos quedamos completamente dormidos.

Al día siguiente...

𝙈𝙚 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙚 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙢𝙖𝙡𝙞𝙜𝙣𝙤  ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora