- 25 -

1.1K 134 18
                                    

—¿Problemas en el paraíso?—preguntó Irene, esperó mi respuesta. ¿Siquiera había un paraíso?

—Tal vez, intente comprenderle pero, hay algo que la detiene.

—¿Crees que sea muy grave?

—Ojalá no, lo voy averiguar aunque me saque canas verdes—Nos sonreímos de acuerdo. Irene quería hablar conmigo, hasta que llegó Roseanne como un saco de boxeo—¿Querías hablar?

Mi corazón dejo latir, su mano quitó el mechón de mi cara en un ágil movimiento. Suspire con fuerza, para después escuchar el portazo de la rubia. Capturó toda mi atención, incluso haciéndome olvidar que la persona que "me gusta" esta tan cerca de mi.

—Si, en dos semanas me voy.

Reí, tal vez se mudaría a un departamento más cerca del bar, siempre me decía que odiaba andar autobús por mucho tiempo. Al contrario mío, que me encanta solo para escuchar mi música, sonreí por el recuerdo.

—¿Nuevo departamento?

—No, nueva ciudad—Fue cuando caí en la realidad—. Me mudaré con Seulgi...

Otro golpe más.

—P-Pero... tu y ella, ustedes...

—Hace mucho quería decirte esto, desde que entraste al bar habíamos planeando todo, nos iremos a Busan, allá tengo oportunidades para que produzcan algunos temas con la banda—Sonrió maravillada, me sentí culpable por no sonreír igual o mínimo sentir algo de felicidad. Irene se va. Lejos—. Seulgi y yo somos novias, tenía miedo a que lo tomaras mal, ya sabes que aquí son un poco de mentes cerradas.

—¿Novias? —noticia tras noticia, trate de comprenderlo con mayor claridad. El extraño dolor en mi corazón no me dejaba.

—Si, ¿hay algún problema?

—Creí que tú, y yo... —no lo arruines—¡teníamos confianza! ¿Por qué no me lo dijiste antes? —maldita mentirosa que eres Jennie, ¡vas arder en el infierno!

¡Roseanne tenía razón!

—Perdóname, no sabia como tomarías una relación de un mismo sexo hasta esa noche—Sonrió picara, viendo cómo Chaeyoung hablaba con el señor Kim en una mesa, desconcertada pedí explicaciones—No me digas que no te pusiste celosa cuando viste como se tragaban esa chica y la rubia.

Me ahogué con mi propia saliva, después de pensar bien lo que iba a decir.

—¡¿Estas demente?! —Gruñí por lo bajo, con miedo a que me escucharan, era imposible gracias a los benditos bajos.

—¡No! Todos lo ven, se siente la tensión que tienen.

—No hay tensión...

—¡Claro que la hay! Solo que tú no lo veas, no es mi problema. Será cuestión de tiempo para que se den cuenta y se coman una a la otra—la mire sin poder creerlo, la persona que me gusta me decía que algún día me comería con Chaeyoung. ¡Es nefasto!

—Irene, debes empezar a buscar terapia. Estás alucinando...

—Tu amigo Jin dice lo mismo—Cerré los ojos, pido paciencia. ¡Ese idiota!

—¿Dónde esta? Hace mucho no pisa el bar.

—¿No te dijo? —negué, aún ensimismada con la idea anterior—Manoban se lo llevó a ver hospitales para el posible tratamiento de su madre, desde ahí no lo suelta.

—Las obras caridad para estos hombres son como la tabla del uno.

—Son buenos, el único idiota es Mason.

—¿Quién es Mason?

—El papá de tu... Chaeyoung—Sonrió finalmente.

No dije nada, no quise abogar con absolutamente nada. Irene pudo delirar, así que las cosas no son como dicen ser. En lo absoluto.

Irene se va, muy lejos. Y por más que quiera pedir más explicaciones, muchos más detalles de por qué, tendría que cerrar mi boca para no arruinar nada. El peso que ella había quitado, se iba a esfumar. Era una persona que me hacía olvidar todo, con sus temas interesantes por hablar, la incomodidad con Irene no existía, solo era yo, una adolescente pidiendo a gritos su ayuda, y sin que ella lo supiese, me daba de su mano.

Y en lo último que pensaba era en Chaeyoung de esa forma—si, como no—, y lo que pasa con su padre es demasiado grave. Pienso y creo que, en su vida estos momentos deben ser difícil y sus emociones no tienen control propio, un momento puede ser la mejor y otro simplemente una bestia difícil de domar. Son problemas que no me deben corresponder, pero por más que intente alejarme, siempre hay algún pensamiento que me ata fuertemente a ella.

Jennie, Jennie...

—¡Jennie!—El llamado desesperación me saco del pequeño transe, que Irene no estuviera a mi lado me desconcertó. ¿Cuando se había ido?

—¿Pasa algo?

La vi a los ojos, tenían un arrepentimiento puro.

—Perdóname. Esta vez, hazlo. Por favor.

—¿Y eso...? —Tan extraño.

—Entiendo que tú que nunca vayas a confiar en mi, ni mucho menos a perdonarme... pero solo quiero que me escuches.

—No es necesario que lo hagas, si te sientes presionada no debes hacerlo. Hazlo cuando verdaderamente lo quieras.

—Para mi si, lo es. Me sentí amenazada cuando Nayeon habló contigo, cuando las vi y las cosas parecían haberse arreglado entre ustedes, —Respiró hondo, y yo sin poder creer nada de lo que esta pasando—tenía miedo. Estaba tan atrofiada por que esa idiota si pudo y yo no, por que fue valiente en aceptar sus sentimientos...

De repente se bloqueó, no dijo nada más. Sus emociones parecían explotar cada una dentro de su cuerpo, Rosé esta tan confundida y lo puedo ver a través de sus ojos. Aun que esa bestia, era una aterradora persona la decisión en sus actos cuando no pensaba era terrible, y ahora que abre cada uno de ellos para expresarlos parece un torpe niño tratando de hablar.

—Solo quiero que olvidemos esto. Y que si me das una oportunidad, juro... tratar de cambiar.

Alzó su mano, como si tratara de cerrar un trato de suma importancia. La tome con felicidad, y una clase de alivio liviano en mi cuerpo.

—Prométeme que no será por mi, si no por ti—Asintió, sonriente dejándome ver esas abultadas mejillas—y que me vas a dejar ayudarte, en lo que sea. Que vas a hablar conmigo...

—¿Quieres ayudarme? Pensé que después de esto no querrías verme.

—Puede que me hayas hecho cosas no tan buenas, pero sé que no es tu culpa.

Sus brillantes ojos se iluminaron, la luz de este bar es tenis y me permitían ver con más descaro cada detalle de su rostro, y permitirme esconder una sonrisa que me hacía doler mi rostro, mientras nuestras manos juntas transmitían una sensación placentera.

—Tenias razón, no estoy sola.

.

Premio doble.

BULLIE - CHAENNIE G!PWhere stories live. Discover now