El sabor del amor (Erina x OC) (Terminada)

Capítulo 11: ¿Una nueva amiga?

Hisako: Terminemos con esto.

Bajando de la limusina privada de los Nakiri, Arato Hisako se quedó frente a la puerta de una casa de 2 pisos. Parecía sencilla y algo hogareña.

Hace minutos había ido a la Estrella Polar en busca de Itō Kento, pero la administradora Fumio le dijo que lo envió a casa para que descanse mejor de su lesión. Así que pidió la dirección y ahora está aquí.

No estaba muy lejos de Totsuki, de hecho tardaría media hora en llegar a pie y 10 a 15 minutos en bicicleta.

Sin más demoras, respiró hondo, tocó el timbre y esperó pacientemente que alguien la atendiera.

Escuchó pasos acercándose hacia la puerta hasta que se abrió.

Kento: ¿Si…? ¿Quién es… huh? Tú eres Arato Hisako, ¿verdad? La secretaría de Nakiri — preguntó confundido por su presencia.

Hisako: Buenas tardes, Itō-san — dijo formalmente — ¿Puedo pasar?

Kento: Oh… claro — dijo haciéndose para un lado.

Al entrar, se quitó sus zapatos y la chaqueta de Totsuki lo dejó colgado en un perchero que estaba en la entrada.

Al llegar a la sala, sus ojos se abrieron de sorpresa ante lo que estaba viendo. Todo parecía tan elegante y muy caro, desde los sofás, el sillón, incluso las malditas paredes parecían elegantes.

Kento: Disculpa por el desorden, es que estaba limpiando un poco luego de haber traído mis cosas desde Latinoamérica — dijo con la mano detrás de su cabeza — ¿Quieres algo de té verde?

Hisako: Por favor — dijo distraída por lo que veía a su alrededor.

Podía ver que incluso tenía una televisión de 50 pulgadas pegado en una de las paredes. Y si veía con atención, al fondo de la sala podía ver un piano de doble cola ahí.

Al acercarse, logró confirmar que había un piano ahí. Incluso tenía una inscripción escrita en un lado del piano.

Para Ken.

Sigue adelante con tu meta y no olvides la razón por la cual luchas.

Espero que vuelvas a tocar para la orquesta una vez más.

Sir Davis

Kento: Eso me lo regaló mi maestro — dijo llegando con una bandeja que tenía té y galletas.

Hisako: ¿Eres un pianista clásico? — preguntó sorprendida mientras se sentaba en el sofá.

Kento: Lo era… hace tiempo… a los 4 años — dijo desviando la mirada.

Hisako: "Oh. Tal vez toqué un nervio sensible de lo cual él no quiere hablar. Pero es sorprendente que llegara a ser un pianista a esa edad" — pensó antes de cambiar de tema — ¿Cómo está tu mano? — preguntó cortésmente mientras veía las vendas envolver la mano del chico.

Kento: Está mejorando — dijo moviendo su muñeca con tranquilidad — El doctor dijo que debo descansar en casa y evitar cualquier esfuerzo físico por unos días. Pero estaré listo para mi pelea en el segundo día de la preliminar.

Hisako: Entonces no podrás practicar nada durante unos días. Lo cual es malo para ti.

Kento: Encontraré la manera de cocinar, sin importar que — dijo tomando su té.