No fue un adiós

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Tengo algo dentro, resignación le llamo, se parece a la locura de renunciar a lo irenunciable, pero es posible, lo he visto. Suena como el viento en una triste tarde, sabe a café sin temperatura.
Ver las estrellas con alguien que no seas tú, los dos tenemos el mismo miedo. Tomar la mano equivocada, correr con desenfreno por una calle errada. Ver el mar en un crepúsculo sin saber dónde estamos.
No dolería igual perder si no fueras tú. El de siempre, el de los sueños despierta, el fiel compañero, el que amará en todo tiempo.
Confundí la lluvia con el huracán, la chispa con la antorcha abrasiva. Tus brazos con los miedos que enredaban mi sombra.
Fue un malentendido entre mi corazón y tus murmullos, cómo iba a pensar que eran iguales tus pisadas a las de un cervatillo. El beso de amor que no me despertó ni el sapo se convirtió.
Debí esperarte en el vagón equivocado, de ser así no te habría ignorado. Sabría con exactitud que eras tú, eras tú el que causa palpitaciones, no solo emociones, más que canciones, poesía y la sensación exacta sin apatía, es aquí donde pertenecía. Contigo, conmigo, sin previo aviso. Lo sé, y el cielo no se ve igual sin ti.
Quiero soñarte una vez más, vuelve a mis pensamientos profundos, ven al futuro, ahora es seguro.
Tu lugar está intacto como el día que te marchaste, era viernes por la tarde, como ahora que te pido, no me faltes.

Derroche (Poesía)Where stories live. Discover now