Capítulo 1

9.5K 1K 154
                                    

El baile se festejaba hoy, las empleadas del palacio corrían de un lugar a otro mientas ponían en su lugar los arreglos florales, las conubinas, todas arreglándose, poniéndose sus mejores vestidos, sus mejores joyas y ardonos, también sus mejores ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El baile se festejaba hoy, las empleadas del palacio corrían de un lugar a otro mientas ponían en su lugar los arreglos florales, las conubinas, todas arreglándose, poniéndose sus mejores vestidos, sus mejores joyas y ardonos, también sus mejores perfumes.

Mientras que en otro lado, en uno de los aposentos reales se encontraba el príncipe Jimin, hermano del emperador, un hermoso omega de cabello rubio y largo como su hermano mayor. El estaba recostado en la cama de su hermano como todas las mañanas, pues el emperador se levantaba demasiado temprano y como ese era el único aposento al que nadie molestaba nunca, Jimin se iba allí para dormir más horas de lo deseado.

El emperador tampoco le decía nada, su hermano lo era todo para el, lo habia criado como un hijo prácticamente ya que el emperador había fallecido cuando Jimin aún era pequeñao. Y cuando Jimin nació la mujer no lo soporto y a los tres días falleció. Es entonces que el emperador le tiene mucho amor a su hermanito.

Jimin no estaba preocupado por arreglarse, alguna criada suya le alistaria un vestido, joyas, corona y perfume para el mientras seguía durmiendo. Además no habia apuro, recién eran las seis de la mañana y el emperador aún estaba puliendo ese bendito anillo que aún no le decía a su pequeño hermano para quien era.

Hoseok aún no entendía por qué debía arreglarse para ese bendito baile, y tampoco entendía porqué tenía en su cabello una corona de flores y su hermana estaba más emocionada que él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hoseok aún no entendía por qué debía arreglarse para ese bendito baile, y tampoco entendía porqué tenía en su cabello una corona de flores y su hermana estaba más emocionada que él. El no quería ir, se quería quedar en casa esa noche a ver las estrellas en el cielo esperando que su alfa indicado llegue a su puerta.

¿Por qué debería el ir detrás de un alfa?, No, en definitiva ese no era el estilo del joven Jung. Y hablando más sobre el pues es un joven de familia cómoda, su padre era noble y eso le traía a Hoseok vivir cómodamente, tener alguna que otra joya y vestidos bonitos.

Su hermana lo había levantado está mañana alegando que debía darse un baño y vestirse para este baile, Hoseok nunca antes había asistido, solo su hermana pero esta no corrió con suerte y terminó regresando a la casa con tristeza, pero ahora estaba feliz arreglando a su hermano.

Por todo el pueblo corrió la voz diciendo que quien logré cautivar al alfa del emperador será la madre de sus cachorros y también podría llegar a ser la gran emperatriz, y aunque eso tentaba a Hoseok el no quería aparentar estar interesado en eso, pero también quería llegar a ser la emperatriz y luego mirar desde lo alto a los alfas que lo rechazaron antiguamente.

No estaba bien tampoco ser así, el no debía hacer eso, era un omega de bien, con sentimientos puros y fuertes, además los emperadores tienen a muchos omegas y eso a Hoseok no le gusta.

-Hermana, en serio, ¿Por qué no vas?.- Habló el omega menor mientras debaja a un lado su broche de oro. -Eres hasta mucho más bonita que yo, podrías cautivar a nuestro señor.

-No, Hoseok.- Respondió ella. -Ya lo intenté, ¿Recuerdas?, Quizá el no es el alfa que nuestra madre luna quiere para mí. Y quizá debo hacerme la idea de que quizá nunca llegue.

Hoseok llego a sentirse muy mal por su hermana, era tan bonita y dulce, sería una gran madre, lástima que muchos alfas no ven eso, aunque el estaba seguro de que ya vendría alguien que quiera ser el compañero o compañera de vida de su hermana.

-Está bien, pero si me iras a ver bailar para el emperador, ¿No es así?.- Habló tratando de cambiar de tema y así no poner triste a la omega.

-Sí, claro que sí, no me lo perdería.

La noche llegó y con eso la iniciación de baile, el emperador estaba con su reluciente Hanbok de color negro y dorado, mientas que su hermano, el príncipe llevaba otro de color lila con un pequeño broche en forma de corona en sus largos cabellos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La noche llegó y con eso la iniciación de baile, el emperador estaba con su reluciente Hanbok de color negro y dorado, mientas que su hermano, el príncipe llevaba otro de color lila con un pequeño broche en forma de corona en sus largos cabellos.

El emperador se sentó en su trono y su hermano a su lado, el omega miraba a todo mundo con un rostro serio y cortante dando aires de grandeza y poder, y como no cuando su hermano era el emperador y el era el que manejaba su harem, cuando el emperador se lo pedía el mandaba a alguna concubina a los aposentos de su hermano para que pueda satisfacer a su señor.

Y es que Jimin conocía bien los gustos de su hermano, sabía bien a quien llamar. También tenia buena mano para liderar y muchas veces llegaba a ser un poco duro con las concubinas, pero eso no era todo, el príncipe era un símbolo de poder, se podría decir que solo le faltaba un el escalón para llegar a ser igual que su majestad pero el Omega no lo cree así. Solamente es poderoso y ya, pero jamás llegará a ser igual de poderoso que su hermano.

-¿Todo bien alteza?.-Habló el emperador viendo a su hermano.

-Claro que sí, Yoon-Gi. Es que la verdad tantos aromas de omegas arrastrados con hambre de ser tomados por ti me marea.-Respondió informalmente a su hermano.

El alfa solo sonrió, su hermano podía llegar a ser un poco celoso con el muchas veces. -Oh, pero yo solo tengo ojitos para mí príncipe.

El Omega solo río antes de tomar la copa de vino que le fue servida y beber de ella antes de hablar. -Cuando venga el hijo omega de los Jung veremos si sigues diciendo que tienes los ojos para tu príncipe.- Aquellas palabras dejaron algo confundido al alfa pero no dijo más nada ya que la música empezó a sonar.

El baile de los omegas solteros dio inicio. Todos se movían con gracia y belleza, algunas omegas soltaban fermonas más fuertes para llamar la atención del emperador pero este no respondía a nada. Su alfa estaba sentado elegantemente con su cola a un costado mientras miraba a todos.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



-LittleAgustD

Baile De Primavera | Yoonseok OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora