El emperador como cada año hace un baile de primavera, en donde todos los omegas solteros asisten para cautivar al emperador.
Pero esta vez el baile se hará debido a que el alfa del emperador se niega a anudar a sus concubinas, ¿Podrá alguno de los...
Una semana había pasado y Hoseok al fin salió de la habitación del emperador, pero Hoseok en la última noche se animó y con el emperador tuvieron su primera noche, fue algo mágico, para el omega fue su primera vez y para el alfa se había sentido como tal porque nunca antes se había sentido igual con otra Omega o beta.
Y aunque el emperador no quiso dejar ir al omega pero tuvo que hacerlo ya que ya habían sido varios días. Aunque la lluvia seguía igual aunque esta vez no era tan fuerte y era solo llovizna.
El príncipe se acercó a Hoseok y lo asustó por detrás haciendo que el omega se asuste y grite. —Lo siento.— Sonrío Jimin. —Hueles a mí hermano por todos lados, ¿Tuvieron algo?.— Interrogó.
—Solo ayer, los demás días pues solo hablamos hasta tarde.— Explicó algo tímido.
—Ya veo, bueno, ¿Y....
—Sí... Me anudó.— Hoseok tenía el mismo color rojo que el Hanbok de Jimin.
El príncipe pegó el grito al cielo empezando a festejar y a hablar rápidamente de cosas que Hoseok no entendía nada.
Yesung que pasaba por donde los omegas masculinos estaban miró al príncipe quien dejó de chillar para mantener la seriedad en su rostro.
—Principe, ¿Cuál es el motivo por el cual está así de contento?, ¿Es por el general Kim?.
—Bueno, ¿Y tu por qué te metes en mí vida privada?, Soy tu príncipe merezco tu respeto, tú no eres más que yo aquí, cállate un poco.— Habló seriamente, se sentía molesto con aquella omega no sabía más que presumir que fue la primera concubina del príncipe. —Y mí motivo de felicidad es que al fin mí su majestad imperial ha podido anudar a un omega.
Yesung estaba segura de que no podía ser cierto, ese omega solo estaba mintiendo, no era cierto.
—¿Ah sí?...— Habló entre dientes mientras sonreía con falsedad.
—Lo siento, debo irme. Su alteza.— Hoseok hizo una reverencia hacia el príncipe y se fue hacia sus apocentos.
Las fermonas de Yesung le parecían asquerosas y solo le producían ganas de vomitar. No eran suaves como las de Jimin, eran más fuertes.
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Dos semanas después.
Habían pasado dos semanas desde que Hoseok y Yoon-Gi habían tenido su primer encuentro, aunque no fue el último ya que el mismo día que Hoseok dejó los apocentos del emperador en la noche fue llamado nuevamente y habían tenido otro encuentro nuevamente.
Al igual que en los otros tres días más en donde el omega iba por las noches.
En la mañana Hoseok salió con Jimin a pasear por los jardines y aunque se sentía algo mareado aceptó esa invitación del príncipe.
