Capitulo 8.

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—No deberías estar peleado con Ken-san —mencionó Vitya con unas ojeras más evidentes de lo usual, mientras Manjiro solo seguía mirando al techo acostado sobre la cama que le pertenecía a ella — D-Deberíamos ir a verlo y hablar con el —Sus ojos est...

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—No deberías estar peleado con Ken-san —mencionó Vitya con unas ojeras más evidentes de lo usual, mientras Manjiro solo seguía mirando al techo acostado sobre la cama que le pertenecía a ella — D-Deberíamos ir a verlo y hablar con el —Sus ojos estaban levemente rojos.

El peso de los últimos acontecimientos provocaron fuertes sentimientos de tristeza y culpabilidad al no poder ayudar en nada para detener la disputa que se habia formado entre Mikey y Draken.

—Vitya... Entiendes que Pah esta en la carcel ¿Verdad?, estuviste llorando por eso mucho tiempo —Se acomodó de mejor manera tendiendo su mano hacia ella —Ven... —Atendiendo a aquel llamado la joven se sentó junto a él abrazándole —Tu debes entender como me siento. —

—Te entiendo, p-pero la ToMan esta dividida, sabes que a Pah-san no le gustaría ver esto... —balbuceo — Todos están discutiendo, t-tengo miedo. —

Mikey simplemente no podía decir cosas de más, a Vitya le afectaba mucho lo que pasaba, ya era 1ro de agosto, había pasado un tiempo desde el arresto de Pah, el rubio comprendía que la amistad que la ojiverde guardaba con los comandantes era extremadamente fuerte por los años compartidos.

—Solo mantén la calma... Que mi pelea con Kenchin no te afecte —Aunque se lo pidiera era inevitable, por un momento pensó en algo para animarla, rápidamente se puso de pie cargandola en sus brazos —Tengo una idea, vamos a visitar a Takemicchi —

El sonido que producía la televisión no era relevante, parecía que todo Japón seguía atento a la nueva información que podría salir con respecto al caso del fallecido presidente de el grupo Stella, Mikey le dio un pequeño beso en la nariz riendo.

—De seguro te animaras más si vamos a verlo —Aquella sonrisa calmo un poco su agobiado corazón, por lo que no dudo en aceptar.

—Esta bien, llevare unos dulces para compartir —Al instante los ojos de su pareja brillaron.

—¡Entonces vámonos! —La bajo comenzando a arreglarse.

Dejaron todo en orden, como era costumbre de ambos se despidieron de la foto en la entrada de la casa saliendo de esta misma.

Aun si intentaran ocultarselo la castaña sabia que las cosas estaban mal, la fisura en la ToMan era evidente, pues el hecho de que Pahchin pasaría al menos un año en prision, desencadeno opiniones diversas, eso es sencillamente porque Osanai estaba vivo.

Aquel recorrido estuvo plagado entre pequeñas risas desanimadas y bromas que no surtian un efecto significativo en la joven, llegando a la casa de Hanagaki se toparon directamente con este saliendo de allí.

Pero no iba solo.

—¡Ken-san! —Saludo emocionada la joven de cabellos castaños, aunque quizo acercarse el rubio de coleta tomo su mano impidiéndoselo —P-Pero-... —

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