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19.
Después de ese incomodo y un tanto desconcertante encuentro con el atractivo alfa, Jisoo y EunWoo han tomado caminos distintos, debían cumplir con actividades independientes durante el resto de la tarde. Por su parte, la castaña se dedicaba a mirar sobre la ventana del colectivo mientras mantenía un ramo de rosas blancas entre sus extremidades.
Sabe el camino de memoria, pues durante varios años la melancolía y tristeza eran parte del lugar a donde se dirigía.
Hablaría con sus padres, esperando que quizás estos enviaran alguna clase de señal para poder continuar con su vida. Durante mucho tiempo esperó y anhelo el amor de lo único que podía pertenecerle, pero inclusive ese compañero de vida, no la quería junto a él.
Jisoo estaba sola, y algunas veces le consumía el pensamiento de que quizás ese era su destino.
– Lo lamento. – susurró sin evitar la primera lagrima caer. – Lamento no ser suficiente. –
Miro las lapidas donde estan las tres personas que alguna vez fueron parte de su vida, su familia.
Kim Jin su hermano mayor, Kim Jong-suk su padre y Kim Ji-woo su madre. Esa parte de su historia es un capítulo doloroso que durante su adolescencia le consumía con oscuros pensamientos. ¿Quién querría a una huérfana que perdió todo en un trágico accidente automovilístico? Incluso, deseó muchas veces ser ella quien estuviese junto a su familia, ¿Por qué simplemente no se fue como ellos de esa vida tan injusta? Fácil, esa tarde donde el cielo llovía y la noche caía Jisoo desistió del plan "familiar" para cenar en algún restaurante de la ciudad. En su universidad eran periodos de exámenes y ella no quería reprobar ninguna asignatura.
¿Quién iba a pensar que esa noche la mayoría de la familia Kim estuviese implicada en un trágico accidente donde no hubo ningún sobreviviente?
Dejando caer sus rodillas sobre las molduras negras, a Jisoo no le importar que su perfecta piel de porcelana se viese afectada con los raspones del inestable terreno. Derramando allí, lagrimas de profunda tristeza.
– Saben que me esforcé toda mi vida, pero, ¿por qué no puedo sentirme totalmente feliz? ¿Tan mala persona soy?. – sus manos se colocaron sobre los azulejos gravados. – Mi alfa no me quiere. – confesó por primera vez en voz alta. – Yo sé que él es mucho para alguien como yo. – dejó que sus pensamientos se afloraran pues de alguna forma creía que sus padres y hermano la escuchaban. – Cuando lo conocí me quedé sin aliento y agradecí a la diosa luna al mandarme tan perfecto alfa. – ahogó sus hipos mientras el nudo en su garganta se hace mas intenso. – Pero él ni siquiera me mira. – limpió las lagrimas derramarse sobre su rostro.
– Intenté ganarme su corazón. – hipó. – Pero al final sigo siendo insuficiente. – su corazón dolía y su pequeña omega se lamentaba mientras aúlla desconsoladamente.
– Quizás el esperaba a alguien diferente, a alguien bonita y sin tantos defectos como yo. – el ultimo brillo en sus ojos se dejaba apagar por sus duras palabras. Al final, todos esos comentarios malos parecen tener razón y ese llamado en "amor" jamás podría pertenecerle.
