—¿Gustas otra cerveza, Sasuke?—le ofreció amablemente la madre de Sakura al novio de su hija.
—Sí, gracias.—Aceptó el azabache sin titubear, tomando la botella de una pinta oscura.
—No sabía que tomabas, Uchiha—comentó el padre de la pelirrosa, observándolo con dudosa aprobación.
—No suelo hacerlo con regularidad.—Se limitó a contestar, había leído perfectamente la expresión del padre de su novia.
—¡Déjalo que tome, hombre! ¡Es joven!—Un tío sonriente le apoyó moralmente, mientras chocaba su botella contra la del azabache.
Sakura rió, viendo la escenita que se estaban montando en la fiesta de su familia. La madre de Sakura cumplía años, y era la primera vez que invitaba a su novio. Su padre no estaba muy contento con la idea de que su única hija, de apenas dieciocho años, ya trajera a su novio —cuatro años mayor— a las reuniones, y peor aún, a alguien tan antipático como el Uchiha.
Pero esta vez, él no estaba totalmente serio como de costumbre; ya llevaba más de seis cervezas y el alcohol lo estaba ayudando a relajarse. De alguna forma tenía que sobrevivir a los interrogatorios de los tíos de Sakura, ¿cierto?
Su chica se encontraba a su lado, sentada, tomando solamente agua. Sasuke se dedicó a verla, viendo cada facción de su rostro, aunque ya se había aprendido esa dulce cara de memoria. Su chica era preciosa, una chica buena y se enamoró de ella al instante que se encontró con sus ojos esmeraldas por primera vez.
Como si fuera una estrella fugaz, una imagen de ella siendo penetrada por él pasó por su mente, calentándolo de repente.
Mierda.
El alcohol lo estaba poniendo cachondo.
Después de percatarse que nadie les estuviese poniendo atención, Sasuke colocó su mano en la pierna desnuda de Sakura. Sus piernas relucían, pues ella vestía un adorable vestido rosa pastel, perfectamente combinada con su sedoso cabello.
El azabache se acercó a su oído, mordiéndole levemente el lóbulo de su oreja sin vergüenza alguna.
—Te ves hermosa.—Ronroneó de manera ronca.
Un escalofrío traspasó por la espalda de Sakura.
—Sasuke-kun... No hagas eso.
—¿Hacer qué?—La retó, volviéndole a morder el lóbulo.
—Estás ebrio, ¿verdad?
—¿Y qué sí lo estoy?
—Uhm, pues estamos en el cumpleaños de mi madre.. Tonto...—Sakura tomó la mano de Sasuke que se encontraba en su pierna, entrelazándola con sus dedos.
—Quiero follarte, Sakura.
Sakura respiró hondo, al mismo tiempo que se cruzó de piernas. Sasuke soltó una risita burlona.
—Te calenté, ¿verdad?—El azabache seguía tentándola, le gustaba verla apenada... Y excitada.—¿Te excita que te diga que te quiero follar, Sakura?
—Shh... No digas esas cosas, alguien puede escucharnos—le recriminó susurrando.
—Déjame meterte la polla, Sakura...—Sasuke volvió a echar un vistazo al bullicio de gente que se encontraba alrededor de ellos. Nadie les estaba poniendo atención. —... Pero antes quiero que me la chupes y te ahogues en ella.
¿Hacía calor o era Sakura? De repente, sintió sofocarse al escuchar a su novio ebrio y caliente.
—Aprieta tus piernas mientras estás así.—Le ordenó, le encantaba dominarla y a ella le gustaba obedecerlo.
