𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓

7. Podrías haberme matado

Sé siempre gentil, cada corazón esconde una herida que nunca sangra.

-Alexandra Vasiliu.

Cuando me desperté, todavía había luz. Tuve que adaptarme a la luz del sol brillante y mi cabeza latía con fuerza. Me tomó un par de minutos darme cuenta de dónde estaba y qué había sucedido. 

Draco Malfoy había vertido una poción hirviendo sobre mi brazo. Excelente.

No pude ver mucho del daño, ya que mi brazo estaba completamente envuelto en vendajes. Sin embargo, no sentí ningún dolor. 

–Oh, genial, señorita Selwyn, está despierta– dijo Madame Pomfrey y se acercó a mi cama –¿Cómo te sientes, cariño?

–Con un poco de dolor de cabeza, pero eso es todo.

–¿No tienes dolor?

–No, apenas puedo sentir mi brazo para ser honesta– Lo tocó en varios lugares, pero no sentí mucho. 

–Bueno, no me sorprende. Tus nervios están en shock. Pero no te preocupes, tengo uno o dos trucos bajo la manga. Tendrás que venir todos los días para que vuelva a aplicar una crema curativa y su brazo debería volver a su estado normal en una semana más o menos.

–¿Así que nada permanente?

–No, tus nervios solo necesitan recuperarse del susto. Puede que haya algunas cicatrices, pero haré lo mejor que pueda.

Madame Pomfrey continuó quitándome el vendaje y tuve que apartar los ojos al ver la carne quemada. La piel estaba roja, tirante y agrietada. Algunas manchas eran de color marrón oscuro y los forúnculos se habían abierto, dejando algunas heridas abiertas. Todavía había un par de hilos de mi capa pegados a la piel y pude ver hendiduras en mi muñeca donde mi reloj se había derretido. ¿Cómo no sentí ningún dolor?

–Se ve sangriento, pero incluso las quemaduras de tercer grado no son comparables a la magia adecuada– sonrió Madame Pomfrey, agarrando un frasco pesado de una crema espesa y blanca. Me lavó el brazo, quitando los últimos trozos de tela, antes de esparcir una capa de crema encima. Las heridas cubrieron toda mi mano, antebrazo y una pequeña parte de mi antebrazo. Había algunos puntos en mi otra mano que también estaban un poco mal, donde agarré mi brazo para aliviar el dolor, pero afortunadamente, mis otras extremidades se habían salvado.

Madame Pomfrey envolvió mi brazo de nuevo y me dio una poción para el dolor de cabeza. 

–¿Qué hora es?– Pregunté, disfrutando de la magia inmediata de la poción. 

–Las ocho y media de la mañana. Sospecho que tus amigas estarán aquí pronto. Estuvieron aquí toda la noche– ¿Así que había estado fuera durante casi 24 horas? Qué fabuloso. 

Como si fuera magia, Daphne y Tracey entraron momentos después. 

–Oh, gracias a Merlín, estás viva– dijo Tracey al notar que estaba despierta.

–Llegó la reina del drama– me reí entre dientes. Se sentaron en el borde de mi cama, inspeccionando mi brazo vendado.

–Entonces, ¿Cómo te sientes?– Preguntó Daphne. 

–Estoy bien. Mi brazo se ve asqueroso, pero no tengo ningún dolor, así que eso es bueno. 

–En serio, Eleanor. La forma en que gritaste ayer. Qué agonía– dijo Tracey, temblando.

–En serio, tuve pesadillas al respecto– agregó Daphne –Todo el mundo estaba conmocionado por eso.

–Incluso Malfoy– intervino Tracey –Parecía un fantasma durante el resto del día.