Saber su valor. Debes encontrar el coraje para levantarte de la mesa cuando ya no se sirva el respeto.
-Tene Edwards.
Miré a Malfoy por millonésima vez en esa clase. Snape había convertido esto en una competencia que era un movimiento muy, muy malo. Si fuera algo, sería competitivo, especialmente si Malfoy fuera una de las personas con las que competía.
Mi nuevo compañero era Theodore Nott y, aunque no me agradaba en absoluto, era muy inteligente. Tenía una vibra muy espeluznante y era muy grande en la supremacía de los sangre pura. Me dio escalofríos para ser honesta, pero al menos fue respetuoso. Su familia y la mía se conocían, así que lo veía en eventos con regularidad, pero nunca hablé mucho con él. Pero trabajamos juntos y él no se equivocó.
Malfoy tuvo menos suerte con su compañero, que era Crabbe. Le tomó a Malfoy unos buenos 30 segundos antes de que le dijera a Crabbe que retrocediera y le dejara preparar la poción. Desde entonces, había estado mirando para ver cómo estaba. Pero iba a ganar esto fuera lo que fuera.
–¿Qué pasa con las miradas a Malfoy? No lo tomaría como ejemplo, está con Crabbe– preguntó Theodore.
–¿Ejemplo? Difícilmente. Solo estoy comprobando para asegurarme de que lo derrotaremos– sonreí, agregando cuidadosamente la sangre de salamandra a nuestra poción fortalecedora casi terminada. Había pasado exactamente una semana desde el accidente y esta noche, mi vendaje finalmente pudo desprenderse por completo. Tenía algunas cicatrices menores en la mano, pero la mayoría de las heridas se habían curado perfectamente.
–Deja de mirar, ¿Quieres?– Dijo Malfoy, claramente irritado. Su única mano estaba apretando el escritorio, volviendo sus nudillos blancos y su cabello estaba un poco desordenado. Me alegró verlo tan angustiado.
–Deja de perder, ¿Quieres?– Le guiñé un ojo, asegurándome de remover la poción constantemente mientras Theo agregaba la garra de Griffin en polvo.
Gruñó y volvió a concentrarse en su poción. No me gustaba admitirlo, pero Malfoy no era tan malo en Pociones. Había obtenido una E en todos los exámenes de los últimos cuatro años. Lo sabía porque me lo había frotado en la cara todas las vacaciones de verano. Pero no esta vez.
–Se acabó el tiempo, quiten las manos de su caldero– dijo Snape, levantándose de detrás de su escritorio.
–Evans, dije manos fuera. Cinco puntos menos Gryffindor– se burló. Le di a Benjamin una mirada enfática mientras suspiraba y dejaba de moverse. Su poción era rosa brillante, aunque debería haber sido turquesa. Snape caminó alrededor de la clase y miró en cada caldero que dejaba caer un insecto aquí y allá.
–Muy bien– murmuró cuando pasó junto al caldero de Malfoy, lo que me hizo maldecir internamente. No pudo ganar.
Malfoy miró por encima del hombro y me lanzó una sonrisa satisfecha. Entrecerré los ojos y le disparé dagas, lo que solo hizo que su sonrisa se ampliara.
Snape pasó frente a nuestro escritorio, así que enderecé mi espalda y miré su expresión facial con atención. Dejó caer el insecto y se hinchó. No tenía idea de si se suponía que eso iba a pasar o no. Era una poción fortalecedora, no una solución hinchable. ¿Por qué no había estudiado los efectos adecuadamente? La expresión de Snape no revelaba absolutamente nada.
Y luego siguió caminando.
Malfoy soltó una risita mientras veía a Snape avanzar sin decir una palabra.
–Cállate– siseé.
–Simplemente disfruto ser mejor que tú, Selwyn– sonrió.
–La mayoría de sus pociones fueron bastante desastrosas– suspiró Snape –Sólo uno fue ejecutada a la perfección.
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𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓
FanfictionEleanor Selwyn y Draco Malfoy tenían tres cosas en común: Un alto estatus de sangre pura, talentos académicos y la misma casa, Slytherin. Aparte de eso, eran completamente opuestos y se odiaban. Eso fue bastante desafortunado, ya que los Selwyns y...