15. El valor de un muchacho.

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"El enorme sapo no apareció de casualidad y el enano verde no era nuestra imaginación, todo lo planearon ellos estoy segura y tengo pruebas"

El mensaje de texto escrito por la capitana de las animadoras Karin, era claro y no había donde perderse. Dejo pasar algunos días, no se atrevió a escabullirse a la habitación de su primo para buscar pruebas, simplemente escuchaba muy atenta sus conversaciones de celular ya que Naruto acostumbraba a hablar fuerte. Antes no le daba importancia, pero ahora le ponía atención y descubrió una que otra cosa.

Las clases ya habían iniciado y en el recreo las porristas ya estaban planeando como tomar venganza por semejante susto que se llevaron. A pesar de que la mayoría de las integrantes estaba que se moría por darles un beso su orgullo femenino gano y optaron por vengarse.

—¿Y si nos robamos su ropa cuando estén en las duchas?

Propuso Tayuyá muy segura con sus palabras acaparando todas las miradas encima de ella por semejante idea alocada.

—¡No!, yo no quiero verlos desnudos—exclamo súper ruborizada Shion y llevándose ambas manos en sus mejillas.

—¡Yo sí! —Kim y Karin chocaron sus manos se abrazaron y sus ojos se iluminaron porque al parecer ya se estaban imaginando a sus respectivos chicos tal y como llegaron al mundo.

Fuu agito su cabeza realizando un mohín de desaprobación, ella es amiga de todos y a pesar de que también se asustó ese día con unas disculpas era suficiente— No, prefiero hablarles de frente, pedir explicaciones y lo más importante las "DISCULPAS"

Karin rodo sus ojos, se alejó de Kim y se acomodó a su lado posando un brazo alrededor de sus hombros —¡Linda!, es obvio que lo hicieron para fastidiarnos, una bromita no estaría mal.

—No, ¡en este momento yo voy y les hablo de frente!—Fuu se levantó de su lugar y se adentró a los largos pasillos de aquel lujoso colegio.

—¡Haz lo que quieras tonta!—dijo Karin un poco molesta—. Bueno ya que está nos arruino el plan, que las monjas hagan nuestro trabajo— las demás se le quedaron viendo esperando a que siga hablando—. Nos vamos al convento y les decimos todo a las monjitas fin del asunto ¿Quién me acompaña?—observo y solo con la mirada preguntaba a la valiente que se atrevería a pisar el terreno del enemigo.

—Yo— Kim fue la valiente, era su mejor amiga después de todo y hacia todo lo que la guapa pelirroja pedía.

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Después de sus clases de danza clásica las chicas se cambiaban su uniforme sentadas en esa larga banca de los vestidores y alegres por que por fin su campo deportivo estaba listo para poder entrenar con más tranquilidad en su propio colegio.

Un dolor punzante la molesto en el bajo vientre y gracias a su toallita diaria Tenten no mancho su ropa interior —¡Mierda! Periodo de mierda... ¿alguien tiene una con alas para que me preste?... se acabaron los repuestos en mi casillero.

Sakura se dirigió a su casillero y le lanzo uno— Estas de suerte Ten, yo estoy en mi cuarto día.

Ino se agarró de su estómago y se agacho —¡ASHH! No hablen del puto periodo, los cólicos son horribles por fortuna mis días pasaron.

—Tienes que beber un Té de canela tibio para apaciguar los dolores, el de manzanilla también sirve— dijo Hinata ya cambiada con su uniforme y observando su celular—. Dice Temari que hoy no hay entrenamiento, se posterga para mañana.

Tenten levanto sus manos hacia arriba —¡oh! Señor muchas gracias, me voy a dormir por el resto del día apenas llegue a mi habitación.

—¡Que vaga! —la molesto Ino.

El sabor de la victoria ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora