La vida de Leila siempre fue complica pensó que lo más difícil de esta seria ser bruja pero se equivocó ya que conoció a cierto chico ojiazul con lentes.
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"—Yo soy Harry, Harry Potter."
1991-Actualmente.
Leila Lee
Puedo escuchar perfectamente las vías del tren, no era la primera vez que estaba aquí y sé que no sería la última. El olor a ropa recién lavada y libros nuevos llenaban mis fosas nasales, todo era tan parecido pero tan diferente a la vez. Yo ya no era esa chica de pelo rebelde que se peleó con el niño de ojos grises a los diez minutos de haber llegado a la estación. Ahora era una adulta con un hija de once años y una bebé en brazos, Aliha mi segunda hija de solo un año, claramente yo no estaba aquí por ella sino por ella.
Una sonrisa se forma en mi rostro viendo como mi primer hija trata de atrapar a su lechuza la cual se niega a ser atrapada, Khai, mi luchuza ya no tan mía, si no de mi hija Jolie.
Lelia Lee con hijas, es algo irónico después que yo fui quien invento un hechizo anticonceptivo. Influyó mucho en mi crecer en una familia muggle con una madre pediatra. Mi infancia fue básicamente vivida en un pequeño cuarto blanco con más de quince niños, niños de todas las edades, se sorprendían los crueles que estos podrían llegar a ser y además la mayoría de los niños estaban pegajosos y desarreglados generalmente mi ropa estaba manchada de vomito de otros niños, algo que me desagradaba y ahora estoy tan acostumbrada. No digo que yo sea miss perfecta de hecho ocultaba mi cabello en un gorro ya que mamá nunca tuvo tiempo de arreglármelo (además de que nunca aprendió) de hecho me pregunto si me tuvo mientras realizaba una operación a otro niño, mi dulce madre cuidando siempre a los hijos de otros pero no los suyos.
Mis vista se perdió viendo a tantos niños en la estación, estoy recordando muchas cosas y apenas y me doy cuenta que estoy viendo exactamente lo mismo pero con otros ojos, el otro lado de la hoja. Mi mente se concentraba en la voz de mi hija mayor, yo podría ayudar atrapar a Khai pero tengo que dejar que resuelva sus propios problemas después de todo ella fue la que la quería sacar de su jaula.
Mi vista se enfocó en un niño castaño y en uno pelirrojo.
<<¿Quienes serán?>> pensé
Mis habilidades eran algo que había perdido después de tener a mi primer hija, pero seguía sintiendo cosas y viendo cosas que nadie más podía, y eso niños son algo más o iban hacer algo más que otros simples estudiantes.
—Khai —hablo en voz alta y la lechuza se posa en mi brazo que segundos anteriores estire, y con la otra mano sostenía firmemente a Aliha.
Una respiración pesaba se escuchaba atrás de mi.
—Mamá, tu —la niña castaña respira fuertemente descansando—. Tu, ¿pudiste hacer eso todo este tiempo?
