7

4.7K 305 16
                                    

JUNGKOOK

Todo era un caos, mi actitud se volvió fría y distante. No podía con todo lo que estaba ocurriendo y tampoco podía estar con TN. No había intimidad entre nosotros, no le hice el amor desde ese día, no la tocaba, y ella estaba molesta por ello.

Me sentía un ser maligno ante la mujer que siempre había amado desde que éramos adolescentes.

—¿Qué te ocurre Kookie?

—Nada...¿Porqué?

—No sé, últimamente estás distante.

Estábamos tendidos en la cama, y ella se encontraba mucho mejor después de un mes de lo ocurrido. Quería estar conmigo cómo tantas y tantas noches estuvimos disfrutando antes, pero yo no hacía nada para calmar su deseo.

El sexo fue siempre importante en nuestra relación, pero no podía encontrar el valor necesario para comportarme como era debido. No encontraba la forma de parar la culpa que me estaba masacrando por dentro.

—Kookie —me dijo al oído.

—Dime.

—Te necesito —mierda.

—Estoy muy cansado, lo siento.

Me miró extrañada y con la decepción paseándose por sus ojos.

Nuestra relación se había vuelto muy tensa, no había comunicación entre los dos y yo volvía tarde a casa todas las noches.

Una de esas noches la tenía esperándome, se notaba bastante enfadada.

—¿Me puedes decir que está pasando?

—Que yo sepa nada ¿Por qué? —pasé por su lado ignorando la situación.

Necesitaba paz y descansar.

—¿De verdad te vas a comportar así? ¿Es porque no puedo darte hijos? —le dolió decir eso y a mí también.

Paré y la miré directamente por primera vez desde que llegué.

—No digas tonterías es que estoy cansado —la punzada de mi pecho se hizo más fuerte—. Voy a darme una ducha.

Le di la espalda de nuevo y la escuché suspirar. ¿Cuando tendría la maldita valentía de hablar con ella?

Me había convertido en un jodido cobarde y en un insensible.

Fui a darme una ducha, la necesitaba. El agua caliente caía por mi cuerpo manchado por la traición. ¿Como pude hacerle eso? Si TN se enterase...

Cerré los ojos y puse una mano en la pared de la ducha desesperado.

De pronto sentí como unas manos acariciaban mi pecho.

Me puse tenso porque sabía que mi mujer estaba pegada a mi espalda, su suave piel tocó la mía.

La maldita punzada se agudizó. Mi cuerpo reaccionaba de esta asquerosa forma últimamente.

Me rodeé y la encontré delante de mí, desnuda, tan bonita cómo siempre y con ese rubor que tenía en sus mejillas que desde que la conocí, me volvía loco.

Y no podía hacer nada por ella, eso me estaba matando lentamente.

—Kookie —repasó con la mirada mi cuerpo—. Te amo.

Esposo Insensible ( JK & TN )Where stories live. Discover now