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Jungkook llegaba a su casa con prisas, quería tomar un baño rápido e irse lo más pronto posible.

Si la veía llorar o se le ocurría reprocharle algo, cómo en los últimos días, no podría soportarlo.

Estaba buscando el día en el que iba a decirle que todo había acabado entre los dos. Que se iba de casa, que la dejaría libre y que le deseaba que fuese feliz con otro hombre.

Pensar eso le producía un amargor y unos celos infernales, no podía concebir la idea de verla con otro que no fuera él.

Estaba en una encrucijada mortal que sería su verdugo. Todo esto lo mataría tarde o temprano. Moriría sabiendo que lo tenía bien merecido.

Sabía que dirían que estaba loco por dejar a una mujer como la suya. Alguien hermosa, inteligente, trabajadora y amable, y lo peor que era para irse con otra que no estaba a su altura. Sunny no tenía nada fuera de lo común, su belleza hipnótica y atrayente no escondía su deficiente coeficiente intelectual, además no sabía comportarse ante los demás con esa sencillez sofisticada que tenía TN.

Pero Sunny iba a tener un hijo suyo. Alguien que se merecía todo lo mejor de un padre que no lo buscó, pero que debía velar por su futuro sin pensar en su propia felicidad.

Sus progenitores nunca se habían amado, sin embargo su padre nunca lo abandonó. Siempre le dijo que un hijo no escoge a su padre, pero que el que engendra debe dejarle claro que es el mejor de todos. Que en la sociedad empresarial un hijo bastardo nunca triunfará igual que uno que viva en un hogar seguro y con una familia estable.

Él amaba a TN más que a sí mismo,
pero su comportamiento había llevado todo al abismo y a las cenizas. Nunca tendría su perdón, y lo mejor era alejarse.

Si se quedaba con ella la haría infeliz, el niño que esperaba Sunny sería su mayor sufrimiento, no soportaría verlos juntos en momentos puntuales donde una madre y un padre deben estar, y no sería nunca su hijo. Y como ella nunca tendría los suyos propios...

Sí, todo un canalla era, se había vuelto un insensato y un insensible de un momento a otro, pero así se habían dado las cosas.

Cuando TN escuchó la puerta del apartamento abrirse estaba en el salón. Jungkook atravesó el recibidor y la vio allí de pie mirándolo.

Paró su paso y tragó.

—Kookie, ¿has vuelto? —se veía triste.

Hana estaba a su lado.

—¿No has ido al trabajo? —le extrañó verla a esas horas en casa. Por eso llegó antes de que su horario terminase, pero no había servido de nada, allí la tenía intentando hablar con él.

—No tengo ánimos para trabajar —su tono era bajo y lento.

—¿No te encuentras bien? —le preocupó, sabía que estaba así por causa de los ansiolíticos que seguro había tomado.

—Ya estoy mejor, ¿podemos hablar?

—Tengo prisa, ya te lo dije por teléfono —no quería estar mucho tiempo a su lado, podría darse cuenta, ella lo conocía muy bien.

—Yo me voy, os dejo para que habléis. Por favor Jungkook habla con ella —Hana se veía le suplicó aunque su mirada era dura.

Pensó que últimamente todo el mundo estaba enfadado con él.

Hana besó la mejilla de TN y se fue.

Él se dirigió al dormitorio para poder darse una ducha, ella fue trás él. No sabía cómo comportarse.

Esposo Insensible ( JK & TN )Où les histoires vivent. Découvrez maintenant