Capítulo Seis

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⊱ { 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 O6 } ⊰

El barrio en donde vive Jaehyun no parece nada nada seguro. La zona se encuentra en muy malas condiciones. Las casas se ven muy poco seguras. Caminamos por un largo rato para llegar a su casa aunque Lisa me reprocha el hecho de que no me haya quedado en el auto. No le digo nada. Ha mantenido su cara de póquer desde la mitad de nuestro desayuno.

Finalmente llegamos a la casa y él abre la puerta, donde encontramos a su madre tirada en el piso. Lisa conduce hacia el hospital y ordena que trasladen a la mujer en una sala vip. Jaehyun trata de oponerse por no poder pagar la factura, e incluso se disculpa por las molestias. Supongo que mi corazonada no me ha fallado. Realmente debe ser una buena persona.

— Si estás agradecido demuéstralo cuando te incorpores al trabajo — dice Lisa con tono bastante severo — ahora quédate junto a tu madre.

— Avísanos cualquier cosa — le digo.

Él hace una reverencia tan exagerada que creo que se romperá la espalda. Nos da las gracias una y otra vez. Después de lograr calmarlo y Lisa darle algo de dinero para sus necesidades, salimos del hospital de vuelta al auto. A lo largo del camino mantengo la mirada  en la ventanilla, viendo el exterior. Sin decir ni una sola palabra.

— Veo que eres amable con todo el mundo excepto con tu esposa.

Aparto la mirada de las concurridas calles de Seúl para dirigirla a Lisa, quien se está deteniendo en un semáforo en rojo.

— Esa persona necesitaba mi ayuda. Tú no necesitas nada de mí.

—  ¿Qué te hace pensar que no necesito nada de ti? Por lo que veo eres buena asumiendo cosas sobre mí.

¿Asumiendo cosas? ¿Qué explicación tiene que me haya dejado en un momento tan importante? ¿Cómo explica que Dahyun estuviera en el mismo hotel ayer? Además, aún está el hecho de aquella chica a la que besaba en su oficina cuando fui a su empresa.¿cómo se atreve siquiera a reclamarme?

— Prefiero que mantengamos nuestra relación como ha sido todo este tiempo. No hay razón para cambiar las cosas.

— Este matrimonio realmente debe ser un negocio para ti — susurra entredientes mientras el cuero que rodea el volante llora en sus manos al apretar fuerte.

¿Entonces qué se suponía que es nuestro matrimonio si no es un negocio? Yo le ayudaba a adquirir la empresa familiar en Tailandia casándome con ella. Y ella ayudaba a mis padres a salir de bancarrota — aunque nunca imaginé que ellos terminarían por considerar esta unión como una lotería —; ése es nuestro acuerdo.

Cuando llegamos que casa; voy a cambiarme y bajo para preparar el almuerzo. El dolor en mi brazo es soportable por el momento, así que no me quejo. En cuanto ordeno la mesa, voy al estudio para decirle a Lisa que el almuerzo está listo. Desde que nos hemos casado raras veces entro a éste lugar. No es que lo tuviera prohibido o algo por el estilo, es solo que estoy tratando de enfrentarme al retrato de su gran primer amor, el cuál se encuentra sobre su escritorio.

Ella me mira sobre su computadora, a través de sus redondos lentes de lectura, los cuales le quedan como si hubieran sido fabricados solo y exclusivamente para ella. Aún parece estar de mal humor por alguna razón.

— El almuerzo está listo — le digo.

— Creí que dijiste que querías que todo fuera igual.

«Sí. Y es mi error invitar a comer a una rencorosa por gratitud»

— No has almorzado por ayudarme, así que solo lo hago por gratitud.

Mitades Imperfectas ➻ JenlisaWhere stories live. Discover now