Mitades Imperfectas ➻ Jenlisa

Capítulo Quince

⊱ { 𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 14 } ⊰

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Lisa :

Jennie deja la taza sobre la mesa tras darle un sorbo al té que le he preparado. El silencio en el lugar se vuelve sepulcral y yo, simplemente no puedo dejar de mirarla.

En ése momento sólo pasa por mi mente la famosa frase "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde". Está claro que, si tan sólo hubiera apreciado un poco más su compañía, no estaríamos en ése lugar. Nuestro matrimonio sería diferente. Y si es como lo dice la abuela, que ella realmente me quiere, tal vez las cosas serían mejores.

─── Puedes quedarte a dormir. Es tarde.

Ella inmediatamente niega con la cabeza.

─── No es necesario. Puedo irme a casa. Además, no quiero molestarte.

─── No me molesta que te quedes. Está también es tu casa.

─── Ya no lo es ─── se apresura a decir.

Asiento con la cabeza.

─── Aún así, no puedes conducir por toda la ciudad a esta hora, es muy peligroso.

Ella no dice nada, más bien le da otro sorbo a su té, el cuál parece haber hecho efecto.

Me levanto de la silla y tras informarle que las habitaciones están libres, subo las escaleras. Aunque me gustaría mucho quedarme a su lado, creo que lo mejor es que me aleje. No quisiera incomodarla ni en lo más mínimo.

En cuanto entro a la habitación me acuesto en la cama mirado el techo y pensando en el hecho de que Jennie está justo en la sala. No esperaba verla rápido a menos que hubiera alguna clase, sin embargo, se encuentra bajo el mismo techo que yo y no puedo hacer nada.

La mañana del día siguiente me despierto de la nada; y lo primero que pasa por mi mente es la posibilidad de que Jennie se haya marchado. Para cerciorarme de ellos, salgo de la habitación a toda prisa y bajo las escaleras y para mi sorpresa todas siguen en la casa y al decir todas me refiero a la presencia de Rosé también.

─── Hasta que despiertas ─── dice Jisoo logrando que tanto Jennie como Rosé miraran en dirección a mí ───. Dime que tienes aspirinas.

No le respondo. Simplemente sigo bajando las escaleras.

─── Estamos programando un viaje de fin de semana ─── dice Rosé ───. ¿Quieres unirte?

─── Estaré ocupada ─── respondo dejando frente a Jisoo el frasco de pastillas.

Para ser honesta, ni siquiera sé por qué he dicho eso. Probablemente porque la propuesta haya salido de Rosé, pero en ése momento siento que estoy cometiendo un gran error.

Después de pensarlo un momento he llegado a la conclusión de que, yo podría luchar por recuperar lo perdido, después de todo, yo lo arruiné. Está claro que no será nada fácil, eso lo sé muy bien, pero también sé que debo intentarlo.

─── Oye ¿en qué estarás ocupada? Eres dueña de tu propia empresa ─── dice Jisoo.

─── No tienes que obligarla sino quiere, amor. Jennie lo pasará bien de todos modos ─── dice Rosé.

─── ¿A caso estás tratando de molestarme? ─── le cuestiono a Rosé.

Su sola presencia me molesta y el hecho de que esté siempre cerca de Jennie me pone mucho peor.

─── Oigan, basta ─── interrumpe Jisoo.

Trato de mantener la compostura. Ésa estúpida girafa parece disfrutar haciéndome enojar. Ni siquiera puedo entener por qué demonios está en mi casa.