Capítulo 12

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No podía creer lo que estaba viendo, Robert estaba besando a la tipa esa..¿Cómo se llamaba? Ah! Si! Melanie.
Lo más repugnante era como agarraba su enorme trasero. ¡Qué asco! Debería lavarse las manos. Pero como esa chica es muy asquerosa. Dudo que lo haga.
No sabía si quería seguir mirando, no quería que me viera y me vea como una fisgona. Lo mejor era no hacerlo.
Pero verlo así tan ¿prendido?. Resultaba desafiánte.
-Pero no puedes ser una fisgona, déjalo disfrutar. –Tal vez algo así sería lo más lógico.
Pero no podía, la situación ameritaba, y tenía que seguir observándolo.
Vi como la tal Mel, se vestía, realmente su trasero no parecía de una chica de nuestra edad. La tipa está bien proporcionada, pero es muy hueca.
Robert al parecer contemplaba cómo ella se vestía, o disfrutaba. Se podía observar en su mirada, y obviamente a la tal Mel de la misma forma.
Siendo cuarto para las siete de la noche y esta chica no llegaba ni a la blusa, ¿acaso se demora apropósito? ¿quién hace eso?.
Pues ella, hasta cansancio me dió seguir viéndola.
¡Aleluya! Se terminó de vestir. La vi salir de la habitación de Robert, y esté le dio una nalgada, nunca había visto ese lado en él. Al tiempo, Robert fue detrás de ella.
Mierda, no veré más allá. ¿Y si, la fue a dejar a su casa?

Miré hacia la entrada de la casa de Rob, y si. Ahí estaban, la muchacha ya se iba y el la estaba despidiendo correctamente. Un beso y un polvo.
Ya habían pasado varios minutos desde que Melanie se fue de la casa de Robert, yo por otra parte decidí ir a prepararme una merienda. Y por "merienda" me refería a mi cereal con yogurt y fruta.
Carla todavía no regresaba del trabajo, o tal vez ya había salido y había ido a cenar con Will. Ultimamente esos dos andan muy juntos, no sé si ponerme feliz o preocuparme.
Apenas me servi mi cereal con yogurt y fresas, encendí la tv para distraerme un rato.
Cuando terminé lavé el plato, apagué la tv, me cepillé los dientes y me metí en mi cama.
Me puse a escuchar un poco de música, la idea de Robert y esa chica, no salían de mi mente.
No se, si la palabra correcta sería ¿trauma?. Al cabo de 10 minutos me quedé dormida.

     •
El sonido del despertador, hizo que Avril se levantara de golpe. Su rutina de todos los días, empezaba de nuevo. Lo mismo de siempre, bañarse, vestirse, comer, cepillarse los dientes, peinarse, cojer su bolsa e irse al colegio.
No pensaré en irme con él, después de lo que presencié anoche.Se propuso ella.

Pues este día, ya casi fin de semana, no estaba entre sus planes pasar el rato junto a Robert. Salió de casa, iba caminando directo hacia la parada de bus, a unas cuadras de su casa.
Estaba distraída, se había escabullido otra vez de la posibilidad de que Robert la llevara. Y sin que él supiera un  por qué.
El sonido de un pitido de un carro, la hizo reaccionar. Voltió hacia atrás y sí, era Robert.
–¡Ey! Tú. Ven. –Le hizo señas con los dedos.
Avril se acercó, Robert se veía más activo, más feliz.
Avril se sonrojó al recordar verlo sin camisa.
–Hola –Dijo ella apenada.
–Ven, sube te llevo.
–Lo siento, quedé con Mila en vernos como siempre.
–¡Ahm! ¿Y si la llevo a las dos?

Avril lo dudó al principio, pero si estaría con Camila, no había problema.
–Está bien, acepto.

Ella se subió al auto y fueron directo a la parada de bus, esperaron unos minutos más hasta que Avril vió a Camila a lo lejos, esperó antes de que ella, llegara a subirse al bus.
–Robert quiere llevarnos. Ven por favor.
–No tengo poblema con eso. El bus ya me arta. –Camila aceptó.
–Buena elección. Vamos. –Dijo Robert subiendo otra vez al auto.
Por unos minutos estubieron en silencio. Pero Avril quería comprobar lo de anoche. Y no era algo que guardaría solo para ella, tenía que contarselo a Camila.
–¿Y que hiciste ayer Robbie? –Robert enarcó las cejas Avril nunca lo llama así.
–Estuve...ahm! Ya sabes con los chicos...

Pero era lógico que Robert no le iba a decir lo que más que obvio. Avril no dijo nada más.
Luego de unos cuantos minutos más,  al fin llegaron al colegio. Avril y Camila, le agradecieron a el chofer que las trajo y a Robert.
Los tres fueron directo al salon. Robert iba a delante de ellas.Todavía faltaban como diez minutos para que empezaran las clases. Avril dejó su mochila en su pupitre al igual que Robert.
Robert salió al patio un rato, cuando sintió que unas manos cubrieron sus ojos.  Y le susurraron al oído.
–Hola Bobby. –Dijo la chica.
Robert reconoció inmediatamente la voz y su perfume tan fuerte.
–Hola Mel. ¿Pudiste dormir? –Insinuó Robert. Al voltearse frente a ella.
–Toda la noche estuve pensando...Ya sabes en eso –Esta sonrió.
–No lo dudo...

Avril desde el aula observó cómo Robert y Melanie hablaban, se reían constantemente, Avril  seguía mirándolos, ninguno de los dos se daba cuenta.
–¿Y esos  dos? –Preguntó Camila.
–Andan todos sonrientes, anoche tuvieron...–Avril dejó de mirarlos. y cuando lo iba a mencionar bajó un poco la voz –Sexo.
–¿Qué? No mames. –Camila hacía una perfecta 'O' en su rostro. –Creí que Robert y tu...Ya sabes había onda.

–¿Qué? No! No! Cómo crees. Ya te he dicho que sólo somos amigos. –Camila iba a responder rápidamente a lo que dijo Avril, pero esta la interrumpió. –Y antes que digas algo, el beso no fue nada.
–Rayos me la ganaste. –Reprochó Camila. Avril sonrió.

      •
La campana de las 12:00 pm. Tocó y significaba que ya era hora de regresar a casa. Avril y Camila tomaron sus cosas y salieron hacia el patio.
Ellas caminaban en dirección a la salida. Pero Avril se tuvo que detener al ver que alguien gritaba su nombre.
Al mirar atrás se dió cuenta que Bryan la estaba llamando. Entonces lo esperó.
–¿Puedo acompañarlas?
–Claro. –Dijeron al unísono las chicas.

Los tres fueron caminando hasta salir del colegio. Robert estuvo esperando a Avril fuera. Apenas la vio, se acercó a ella.
–¿Ya te vas?
–Si, Mila y Bryan irán a mi casa.
–¡Oh! Ya veo. Bueno te veo luego.
Robert se fue con sus otros amigos. Ya que Bryan había decido ir con las chicas.
Cuando por fin llegaron los tres a casa de Avril, se quedaron asqueados al ver como Robert y Melanie se besaban en el umbral de la casa de Robert.
–Esto es asqueroso. –Susurró Camila, para que los demás no escucharan.
–Te lo dije. –Resoplé.

El Chico de la Ventana | TERMINADA | Robert Downey Jr Donde viven las historias. Descúbrelo ahora