XVII.

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Lottie se lavó la cara. Dejó que el agua fresca corriera por sus mejillas, se mojó la parte de atrás del cuello, y se miró al espejo. El rubor de sus mejillas ya estaba bajando, pero odiaba verse así.

Ahí estaban de nuevo esos pensamientos, esa angustia. Sabía que solo había sido una merienda a la que no estaba habituada, pero había sucedido también hacía dos días, y también la semana anterior. No había podido comer nada cuando se reunió con sus compañeros de curso, porque temía que volviera a ocurrir.

Ya se había prometido la vez anterior que si volvía a ocurrir iba a pedir ayuda, pero no podía hacerlo. No podía volver a decirle a su padre que le ocurría de nuevo, no podía ver la cara de angustia de su madre... Necesitaba controlarlo ella sola.

Se secó con una toalla y salió del baño.

—¿Te encuentras bien?

La voz de Luisa, desde el sillón de la sala, la sacó de sus pensamientos.

"Mierda."

¿Dónde andabas tú? | Coleccionista de canciones: Libro 1.Where stories live. Discover now