" Volveré a tenerte entre mis brazos, volveré a besarte, volveré a mirar esos hermosos ojos que tienes, volveré hacerte sonreír, volveré hacerte feliz, volveré a tomar tu mano, volveré a sentirte cercas de mi, volveré amarte con locura como lo hicim...
Estaba en casa esperando a Tn, la verdad estaba nervioso pues sabía que me esperaba una fuerte regañiza, bueno, no como tal pero mi mujer a veces explotaba demasiado. A cada instante observaba las cámaras para ver si ya estaba por llegar, hasta que en una de esas veo que ya estaba parada enfrente de la puerta.
- Virgen santísima. - susurré.
Empezó a ingresar el código y me sentía aún más nervioso, pues sabía que la había cagado. Salí corriendo hacia el sofá y me senté.
- Hola, cariño. - habló felizmente.
Se acercó a mi y me beso en los labios.
- ¿Eh? - dije mientras procesaba su amabilidad.
- Te dije hola. - soltó una pequeña risa.
- Hola. - dije con desconfianza.
- ¿Comiste? - preguntó con una sonrisa.
- No, te estaba esperando. Amor...- me quedé en silencio.
- ¿Aja? - pronunció mientras me veía a los ojos.
- No, nada, te amo. - sonreí tratando de olvidar lo de hace unas horas.
Empezó a reír levemente y se acercó a mi.
- Ni creas que se me a olvidado tu escenita Kim Namjoon. - susurró.
Trague en seco y empecé a sonreír de nervios.
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- ¿Que andabas buscando en mi celular? - interrogó mientras se cruzaba de brazos y quedó enfrente de mi, mientras yo levantaba mi mirada para verla a los ojos.
- ¿¡Quien dijo que revise tu celular!?- pregunté indignado, intentando disfrazarla pero no resultó.
- No te hagas Namjoon o solamente que fueras vidente, que no creo ¿Verdad? - dijo divertida pero sin quitarle el toque de molestia.
- ¿Porque no crees? - respondí con sorpresa.
- Deja de jugar Namjoon, respóndeme. - insistió.
- Cariño, me dio curiosidad porque estaba sonando mucho. - respondí a la brevedad.
- ¿Y ya por eso te das tal derecho? - preguntó de nuevo.
Guarde silencio unos segundos pues no sabía que responder.
- ¡Ya! No me estes regañando. - dije con tristeza y un leve puchero.
- No te estoy regañando, te estoy pregunta bien las cosas. - trató de calmar su tono de voz.
- Suéltame que me estás lastimando. - respondí de una manera alterada.