Recuerdos

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La feria estaba llena de gente, Toko se abría paso entre la multitud para llegar hacia una pequeña carpa de color rojo. Miro el lugar con detenimiento y se dispuso a entrar. 

El lugar era el negocio de una conocida bruja, que según algunos rumores de los habitantes de la zona, no era una hechicera mas bien era un ser que emergió de lo mas profundo del infierno. 

El local estaba decorado con telas rojas y negras además de tener varios amuletos y figuras que un fanático religioso catalogaria como pagano. 

-- Buenas tardes-- saludo tímida al no ver a nadie. 

De la oscuridad salió una hermosa mujer de cabellos negros recogidos por dos enormes coletas, poseía unos enormes orbes escarlata. Era una dama elegantísima a simple vista. 

-- Bienvenida linda, ¿Puedo ayudarte en algo?.-- dijo rondando a la de pelo violeta. 

-- Si, se que usted es una gran bruja ... yo quisiera saber que significan mis sueños. 

-- ¿Sueños?-- exclamo curiosa. 

-- Si, llevo semanas soñando con un muchacho rubio y quiero saber que significa. 

La de cabellos negros comenzó a mesclar ciertas hierbas y liquidos en un vaso. 

-- Recuestate. -- señalo una camilla -- Vamos a ver que quiere decir ese muchacho rubio. -- Le ofreció la bebida que había hecho hace unos instantes y le ordeno relajarse para que la posión surgiera efecto. 

Toko sentía una gran pesadez  en sus parpados, cada veía mas borroso hasta que cayo rendida ante los efectos de esa extraña mezcla.  

Despertó en el jardín de una casa, recorrió el lugar y pudo reconocer ese enorme durazno que siempre había estado frente a su domicilio. 

Se acerco a las ventanas de la casa y se sorprendió al ver a su joven madre sentada en la mesa haciendo cuentas. Recordó lo mala que era la economía en su casa y que de niña no tubo muchos lujos ni juguetes. 

Unas risas llamaron su atención, encontrándose con una pequeña niña de grandes anteojos que jugaba con un gato. Era ella. 

Se acerco a la infante pero esta parecía no poder verla ni escucharla, le acaricio la cabeza y la observo jugar. 

-- ¡Toko! ¡vamos a jugar!-- era la voz de un niño rubio, idéntico al de sus sueños quien había entrado al jardín de la casa. 

El rostro del niño reflejaba tanta inocencia y bondad, el rubio sonrió entonces lo recordó todo. Recordó todas las veces en las que había jugado con el, recordó cuando su madre les hacia galletas y ambos las comían sentados en los columpios del parque. 

-- Toko, yo me casare contigo cuando seamos mayores -- dijo el rubio abrazando a la pequeña. 

De pronto el cielo se oscureció y comenzó a llover. El escenario cambio por completo ahora se encontraba en una estación de trenes. 

Miro como su yo pequeñita lloraba abrazada al rubio, mientras sus padres lo llamaban por que estaban por que el tren estaba por salir. 

-- Te prometo que nos volveremos a ver -- el niño limpio las lagrimas de Toko y subió al tren. 

La mujer despertó completamente asustada, lo que había visto era su infancia la cual no recordaba. 

-- ¿Encontraste lo que buscabas? -- consulto la bruja. 

Toko asintió y se levanto de la camilla. 

Después de la sesión la chica había quedado exhausta, mientras caminaba por las calles su teléfono la saco de sus pensamientos. 

Era un número desconocido. 

--Hola-- contestó.

-- Hola, disculpa ¿estoy hablando con Toko Fukawa?. 

-- Si, con la misma. 

-- Soy Byakuya Togami ¿me recuerdas?, eramos amigos cuando niños. 

-- Byakuya ... eres tu, que alegria hablarte. 

Fin 

Hola aqui otro capitulo, espero lo disfruten. 

la idea le pertenece a @Hatsu_Hayami

Adios. 




MonogatariWhere stories live. Discover now