Capítulo once | Día de chicas.

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—¿Un día de chicas? —Repetí, incrédula.

Eros asintió con la cabeza frenéticamente: —Un día de chicas. —Afirmó.

—Y... ¿Qué incluye un día de chicas, precisamente?

Estaba sorprendida, no lo iba a negar. ¿Un día de chicas... con Eros? ¿Después de lo que sucedió? No me sentía capaz de relajarme después de que mi mejor amiga estuvo desaparecida quien sabe cuántos días y que mis hermanos decidieron aparecer después de más de seis años.

—Bueno, la verdad es que no lo sé. —Confesó, en voz baja. —He escuchado a mis hermanas decir eso, pero no sé bien que incluya. —Soltó un suspiro, como lamentándose. Yo eché una risilla. —¿Por qué no me lo dices tú? —Me miró. —Digo, eres mujer. —Me examinó de arriba abajo, curioso.

—Vaya, gracias. Si no me dices ni enterada. —Puse los ojos en blanco, sarcásticamente.

—Pero apunté unas cosas. —Informó, con una sonrisa. Lo miré con curiosidad mientras sacaba un pequeño papel arrugado y me lo mostraba. Al instante en que lo vi, quedé humillada.

¡Incluso su letra era preciosa! Una hermosa cursiva adornaba el papel. Pronto, recordé los jeroglifos griegos a los que yo les llamaba apuntes y volví a examinar su letra.

Nota mental: nunca mostrarle a Eros algo escrito por mí.

Tomé el papel y me enfoqué en lo que decía:

· Hacer cupcakes.

· Fiesta de pijamada.

· Maratón de series y/o películas.

· Clases de baile.

· Ir a un concierto.

· Robar helado y comerlo sin pagar.

—¿Y esto lo sacaste de Wikipedia? —Contuve la risa, leyendo lo que decía. Vale sí, eran planes buenos, pero un tanto... típicos.

—¿De Wikipedia? —Me miró, casi ofendido. —¡Claro que no! Lo saqué de enfemenino.com

—¿Qué? —Lo miré, con atención.

—enfemenino.com —Repitió, señalando algo en el papel. Me enfoqué en ello y era la... ¿Bibliografía?

—¿Apuntaste la bibliografía? —Aplané los labios, con la risa a nada de salirme.

—¡Por supuesto! También estaba ligandopasoapaso.com pero no me pareció demasiado apropiado.

Lancé una carcajada, sin contenerme. Eros era el chico más raro que había conocido en mi vida. Pero aquello me gustaba de maneras muy... raras.

Todo alrededor de Eros era extraño... y gracioso.

—Creo que hubiera estado mejor ligandopasoapaso.com

Sacudí la cabeza, aun riendo.

—Oh. —El chico frunció el ceño. —Entonces préstame tu celular. —Me miró a los ojos.

—¿Mi celular? —Copié su acción. —¿Para qué?

—Para buscar ligandopasoapaso.com —Dijo, aun ceñudo. Volví a reír, negando:

—Era sarcasmo. —Me quedé unos segundos callando, examinando con atención sus planes para hoy. ¿Hacer cupcakes? Yo tenía prohibido entrar a la cocina después de que casi la incendie, hace unos cuantos años.

La pijamada era una muy buena idea, al igual que el maratón de series. Yo me apuntaba. Las clases de baile definitivamente no. Tenía una extraña forma de bailar, que me avergonzaba:

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⏰ Última actualización: Apr 28 ⏰

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