✨La Ninfa del Poder✨ [Claude de Alger Obelia ]

✨ Capítulo 13✨

- ¡¡Les presento a la familia Imperial, a las Lady Penélope, Zenith y Anastasia!! - exclama el emperador y todos dirigieron sus miradas a la puerta.

La familia Imperial fue la que más llamó la atención, Azul y sus hijos eran iguales prácticamente, su aspecto, encanto y elegancia fácilmente se podían comparar entre ellos y saber que eran familia.

Las mujeres tuvieron envidia de la belleza de la emperatriz que ha pesar de tener dos hijos a muy corta edad seguía siendo la diosa que siempre había sido.

La familia imperial se dirigió al trono, Claude sentó a su hija en su regazo y Azul sentó a su hijo en el suyo causando muchos murmullos.

- ¿Que tanto ladran? - dijo Claude con voz fría y todos se cayaron de inmediato.

Azul le sonrió a su esposo para calmarlo un poco haciendo que los invitados la vieran como su ángel salvador.

El baile comenzó y Zenith, Anastasia y Penélope hacían todo para llamar la atención del emperador pero este solo le prestaba atención y cariño a sus hijos y esposa.

- Papi baila un poco con mami - Luana le sonrió tiernamente a su papi y Azul no pudo evitar sonreír al ver las intenciones de su hija.

La niña quería que todos vieran lo buena, hermosa y elgante que era Azul para bailar y así dejar en claro que nadie más merecía el puesto de emperatriz.

Penélope sonrió ya que a Claude no le gustaba bailar y estaba deseando ver cómo rechazaba fríamente a su hija pero sus esperanzas se desmoronaron con las palabras de Claude.

- Si es un deseo de mi princesa, ¿quien soy yo para negarme? - Claude le sonrió a su hija para luego mirar a su esposa - Vamos querida - le extendió la mano y la albina la aceptó con una hermosa sonrisa.

Los emperadores se posicionaron en el medio del salón con toda las personas mirándolos. La música sonó y ellos comenzaron a bailar.

Todos y cuando digo todos son literalmente todos contuvieron la respiración al ver la forma tan hermosa y elegante que bailaban Claude y Azul.

El emperador que naturalmente era serio y con una mirada fría ahora sonreía y miraba a su esposa con una calidez y amor incomparable. Las mujeres desearon que sus esposos las mirarán así.

Por otro lado la emperatriz lucía cómo una hermosa mariposa volando por las flores hermosa, delicada y discreta. Una verdadera diosa que bajó del cielo para iluminar a todos con su belleza.

Al final Claude levantó a su mujer por la cintura y dió vueltas con ella haciendo que todos aplaudieran de emoción menos Anastasia, Zenith y Penélope que tenían sus rostros azules de la vergüenza y enojo.

Claude y Azul volvieron a su lugar en el trono pero aún así el rubio no dejaba de ver a su esposa con cariño, amor y admiración y no lo hizo en todo el resto de la noche.

Las mujeres que querían ganarse el corazón de Claude intentaron hablar con él pero este los miraba con disgusto y aburrimiento ante de que su esposa le llamara la atención.

- Está bien cariño no lo volveré a hacer - le susurra el rubio a su esposa quien asintío pero cuando está se diera la vuelta Claude fulminaria a las otras mujeres con la mirada por haber echo que su esposa lo regañara.

###C###

Perras, han intentado llamar mi atención en todo el baile y no puedo recharsarlas fríamente ya que mi mujer me regañaria.

Da igual ya que me regañó solo porque las miré mal. Tengo que desacerme de ellas pronto o mi mi matrimonio con Azul estará en riesgo.

- Tenemos sueños - la voz de los mellizos me sacó de mis pensamientos.

Luana y Arthur se habían acomodado en el regazo mío y de Azul y se veía que estaban cansados.

- Querido ya pasó la hora de dormir de los niños - asentí tras las palabras de mi amada esposa.

Ambos nos levantamos cargando a los mellizos y nos fuimos de ahí sin importarnos todos esos perros nobles que había en el salón.

Dejamos a los mellizos en su habitación. Son tan unidos que hasta quieren compartir el cuarto y nunca se separan. Es bueno eso no quiero que cuando crezcan haya peleas sobre quién gobernará el reino de todas maneras ellos van a gobernar juntos.

Luego Azul y yo fuimos a la habitación de los dos ya que dijo que estaba cansada.

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Los emperadores se dirigieron a sus aposentos.

- Claude se más amable con Anastasia, Zenith y Penélope - Azul aprovechó eso para regañar a su esposo.

- Pero bebé... - Claude gruñó molesto ante eso.

- Claude no me agrada Penélope pero tampoco puede ser mala con ella cuando no ha echo nada - Azul se pintó su imagen de una emperatriz justa y eso es lo que está haciendo ahora.

- Ellas acabarán con nuestro matrimonio si sigues defiendolas tanto - Claude se acercó a su mujer hasta quedar al frente de ella - Ellas quieren el puesto de emperatriz y sin duda van a intentar destruirte. Eres mi luz y mi todo yo no puedo soportar divorciarme de tí - sus ojos imperiales se cristalizaron al imaginarse que su amada algún día se cansará de él. No podría soportarlo, la amaba tanto que era capaz de matar por ella.

- Claude yo nunca me divorciaría de ti. Te amo y lo sabes - Azul sonrió y le secó las lágrimas traicionares que se habían escapado de los ojos de su marido.

Claude sonrió y tomó las manos delicadas de su amada, de su emperatriz.

Azul sabía que Claude no la amaba realmente. Solo estaba obsesionado con ella al ser la única que lo trató sin temer o codicia por su trono.

Estaba confundiendo esa obsesión con amor y sabía que si no fuera por ella. Claude podía haber terminado con Diana a Penélope a pesar de sus malas actitudes.

Lastima para ellas. Azul también amaba y estaba obsesionada con Claude y no iba a dejar que nadie lo arrebatara de su lado ni al él ni a sus hijos.

Ella podría ser una diosa, una emperatriz, una ninfa, una lady... pero también era madre y esposa. Una capaz de matar hasta el ser más inocente si los hechos le dicen que hay que hacerlos.