✨La Ninfa del Poder✨ [Claude de Alger Obelia ]

✨Capítulo 15✨

4 meses después

- Miren ahí viene la emperatriz. Se ve radiante - susurró una empleada del lugar.

- Sí aún con su barriga ella sigue tan hermosa y radiante como siempre - susurró otra.

Siguieron susurrando hasta que otra sirvienta que era mayor que ellas las mandó a hacer su trabajo y dejar de chismear.

Por otro lado Azul siguió caminando hacia la oficina de su esposo con sus manos en su vientre abultado que estaba muy grande aún ella teniendo nada más 4 meses.

Aún así seguía conservando su belleza. Además su embarazo le daba un toque maternal que volvía loco a Claude y encantaba a sus hijos.

Por fin llegó a la oficina y no tuvo que ni tocar ya que la puerta de esta se abrió como un rayo.

Claude rápidamente la ayudó a pasar para luego hacerla sentar en una silla.

Desde que Claude supo que estaba esperando un hijo suyo se había vuelto más sobreprotector de lo que ya era. Sabía en todo momento donde se encontraba y no la dejaba hacer ningún tipo de esfuerzo físico. ¡¡Incluso le daba la comida en la boca!! Dice él que era para que Azul no se cansara a la hora de tomar el tenedor.

Azul a veces le decía que exageraba pero igual sabía que él lo hacía porque estaba preocupado por ella y sus bebés.

......

- ¡Por favor cumpleme mi deseo! - Gritó Anastasia arrodillándose ante la existencia.

Se encontraba en un lugar completamente oscuro donde solo se escuchaban unos susurros muy tétrico que te hacían erizar la piel.

Una sombra negra miró a Anastasia completamente arrodillada frente a ella para luego decir.

- No lo sé muy bien niña. Algo al lado de ese hombre me hace sentir incómodo - su voz llena de maldad y crueldad hizo a Anastasia temblar.

- Por favor. Eso son solo iluciones tuyas. - dijo ya que no sabía los títulos y la magia que Azul posee.

La sombra quizás pensando en que solo era su ilusión y que no había nada en ese mundo humano que pudiera amenazarlo aceptó.

Anastasia sonrió ya que para ella Azul y Luana estaban acabadas. Iba a seducir a Arthur e iba a ser la emperatriz de obelia. La más poderosa.

....

El emperador Claude se encontraba en el jardín con su amada esposa e hijos teniendo una tarde en familia cuando de repente comenzó a gritar de dolor y caer desmayado al suelo.

- ¡¡Papá/Claude!! - gritaron Azul y sus hijos respectivamente.

Rápidamente Azul mandó a llamar al médico real. Por primera vez. Ella estaba verdaderamente asustada pero luego se recuperó deseando que lo que se imaginaba no fuera verdad.

- Doctor. ¿Qué tiene mi marido? - Azul miró preocupada al médico real.

- Su majestad emperatriz - el médico tragó saliva antes de hablar - El emperador fue hechizado por magia negra. No recuerda nada es como si.... - hizo una pausa - Hubiera olvidado todos estos años desde que usted llegó al palacio - al oír eso Azul casi se desmaya.

- ¡Emperatriz! - sus sirvientas personales la ayudaron a estabilizarse con preocupación.

- ¿Papi ya nos nos recuerda? - los hermosos ojos de Luana empezaron a cristalizarse mientras sus hermano intentaba tranquilizarla abrazandola.

Todos miraron a la emperatriz que estaba pálida, a la triste princesa y al desconsolado príncipe y sintieron mucha pena por ellos. Los querían tanto que no querían que ellos tuvieran que sufrir todo esto.

- ¡Emperador! - todos se arrodillaron ante el emperador que salió de la habitación.

Comenzaron a temblar. La mirada, el porte y los gestos. Todos eran iguales al frió y calculador emperador Claude de Obelia antes de que Azul llegara al palacio.

Miró con sus fríos ojos imperiales a Luana y Arthur que lo miraban con tristeza para luego mirar a la Azul embarazada.

Esta sintió su mundo desmoronarse al sentir esa mirada sin sentimientos de su amado. Una que nunca le dio incluso cuando aún no se habían conocido.

Miró como el se alejaba de ella sin darle otra mirada para luego ella caer al suelo con las lágrimas saliendo de su rostro para luego desmayarse.

Todos acudieron a su ayuda mientras que Claude no miró hacia atrás en ningún momento. Aún sintiendo que debía hacerlo.

....

- Jjaajajaj. ¡Lo logré!¡Él las olvidó! -

La risa maníaca de Anastasia se escuchó por toda la habitación.

Había cumplido su propósito y ahora iba a ser más fácil llegar al trono.

Lastima que ella no sabía que su futuro lo tenía contado.

....

- Ya mi señora no llore más - la sirvienta ya no sabía como convencer a su emperatriz.

- Emperatriz basta le hará daño al bebé - al oír eso Azul dejó de llorar.

Acarició su vientre con la cara triste y debastada. Sus ojos antes brillantes y llenos de vida ahora estaban vacíos y oscuros. Como si fuera una marioneta.

Pero tenía que ser fuertes por sus hijos. La necesitaban ahora más que nunca.

- Ya verás amor mío. Te haré recuperar tus recuerdos. Ahora puede que esté debastada pero me recuperaré como un ave fénix y renaceré de las cenizas - susurró la emperatriz haciendo que sus ojos se llenaran de un profundo odio y resentimiento.

...

Corto lo sé. Pero el que sigue es más largo y más importante para la historia